«Me estoy poniendo terca porque quiero vivir con mi lengua y estoy harta de que todo el mundo cambie de lengua a la mínima», manifiesta Anna M. Puig, de 77 años, en conversación con El Món, durante la cual explica con pelos y señales la discriminación lingüística que sufrió el pasado 15 de septiembre cuando acudió a las urgencias del Hospital Universitari Dexeus de Barcelona debido a un episodio de amnesia temporal que sufrió durante esa mañana, al regresar a casa sin recordar de dónde venía. «Hábleme en castellano«, explica que le dijo el primer médico que la atendió, y a partir de ahí ha abierto una lucha por la defensa de sus derechos lingüísticos, con el asesoramiento de Plataforma per la Llengua, que puede acabar en la Defensora del Pueblo, ya que no ha recibido ninguna respuesta de la queja que presentó al Colegio de Médicos. «La semana que viene haré el escrito a la Defensora», ha dejado claro en declaraciones a este diario este viernes, después de tres meses esperando la reacción de la corporación. Califica de «muy poco responsable» que el Colegio de Médicos no actúe en este caso.
Anna asegura que el médico se negó a atenderla porque quería hablar en catalán, y subraya que se sintió «humillada» porque le exigió hablar en castellano. «Así nos entendemos todos«, afirma que le dijo. «Yo le respondí que estábamos en Cataluña y que aquí se habla catalán, y le pedí un poco de empatía. Yo hablo el idioma de mi tierra y no tengo por qué cambiar de lengua, tengo todo el derecho de hablar en catalán», defiende la afectada, y recuerda que su marido se enfadó con el sanitario y también le recordó que el catalán es lengua oficial en Cataluña. «Nos dijo que éramos unos maleducados, unos xenófobos, nos dijo de todo, y al cabo de un rato vino un coordinador y me comunicó que vendría otro doctor», que es el que finalmente la atendió.
Los Mossos en el hospital y un informe médico «sorpresa»
En medio de toda esta situación, la denunciante revela a este diario que los Mossos d’Esquadra hicieron acto de presencia en el hospital, a petición del primer médico. «Resulta que el primer médico había llamado al 112», relata, y añade que cuando vieron a los agentes se quedaron «perplejos». «Les dimos los datos, les explicamos la situación y se marcharon porque vieron que no pasaba nada», detalla sobre la actuación de los agentes que se personaron en el hospital. La paciente fue finalmente atendida por otro profesional, pero tuvo que esperar una hora para encontrar un doctor que la entendiera en catalán. «Me atendió de manera correcta e incluso le dimos las gracias, pero cuando llegamos a casa y leímos el informe, nos quedamos atónitos», remarca.

De hecho, el informe, hecho público por Plataforma per la Llengua, reconoce los hechos, pero culpa a la paciente de la situación que se vivió en las urgencias del hospital y califica la petición de la paciente de hablar en catalán de “grotesca y xenófoba”. En cambio, defiende la actuación del primer médico que la atendió, y dice que en todo momento se dirigió a ella de forma «educada». Sin embargo, Anna subraya que este informe lo redactó una persona que no presenció la situación vivida y señala que «explica lo que le dijo el otro». Con todo, la mujer lamenta que este no es un hecho aislado y que en Cataluña «no se puede vivir en catalán». «No es siempre con la intensidad de este médico, pero últimamente me encuentro mucho con este problema», sentencia.
Antes de recurrir al asesoramiento de Plataforma per la Llengua, la primera queja la puso en el hospital y posteriormente la trasladó a la entidad. «Me respondieron», destaca, y tira de ironía para manifestar que «la Dexeus siempre es muy correcta». «Me dijeron que lo habían tenido en cuenta y ya está», subraya de la respuesta que recibió del centro. De hecho, el centro hospitalario admite que el primer médico debería haber «adoptado medidas de contingencia ante la situación: solicitando la colaboración de otro facultativo que pudiera atenderla en catalán o buscando el apoyo de otros profesionales como traductores». Aunque en la carta el hospital se disculpó y afirmó que “se tomarán las medidas oportunas para evitar situaciones similares en el futuro”, no se comprometía en ningún momento a investigar los hechos para evaluar si el profesional era susceptible de ser sancionado.

Un encuentro de Plataforma per la Llengua con la Dexeus y recurso al Colegio de Médicos
La afectada se puso en contacto con Plataforma per la Llengua, que la ha asesorado en todos los pasos a seguir y también ha hecho gestiones por su cuenta. La entidad presidida por Òscar Escuder –médico de profesión– se reunió con el gerente y jefes de diversas áreas del Hospital Universitari Dexeus, un encuentro que, según fuentes de la ONG del catalán, «no fue bien». Los responsables del centro hospitalario les trasladaron que el Departamento de Salud les había pedido documentación y que ellos ya se la habían facilitado, pero no quisieron entrar en el fondo de la cuestión y justificaron el comportamiento del profesional alegando que la paciente trató mal al profesional.

«Estaban bastante enfadados por el hecho de que hubiéramos hecho público el caso y dolidos por su reputación», subrayan las fuentes consultadas, y añaden que les trasladaron que el hospital no tiene ningún problema con la lengua. Así, alegaron que tienen mucha rotación de trabajadores y que cuando se incorporan nuevos les comunican que se encontrarán «con dos lenguas», el catalán y el castellano, pero nada más. Ante esta situación, Plataforma per la Llengua recomendó a los responsables de Dexeus elaborar un plan lingüístico y se ofreció a asesorarlos para hacerlo. También les ofrecieron formaciones a trabajadores y a cargos de responsabilidad. Una oferta que no ha obtenido respuesta por parte del hospital más allá de decir que ya lo pensarían.
En paralelo a este encuentro, la ONG del catalán destaca que el Colegio de Médicos, que tendría potestad para actuar contra el profesional, no ha respondido a la queja que presentó la afectada. En este sentido, las fuentes de la entidad subrayan que, al no haber obtenido respuesta en tres meses, un plazo que venció este jueves, el caso se puede elevar a la Defensora del Pueblo. «Recomendamos a los denunciantes que recurran a la Defensora, también por la falta de respuesta del organismo», destacan las fuentes.
Plataforma está a la espera de reunirse con la consejera de Salud
Por otro lado, la entidad explica que suelen mantener reuniones periódicas, unas tres o cuatro veces al año, para tratar discriminaciones lingüísticas en el ámbito sanitario, con cargos intermedios del Departamento de Salud. Pero subrayan que desde este caso de discriminación no se han podido reunir porque, según detallan las fuentes de la ONG, la persona que lo gestiona está de baja. A pesar de ello, la entidad está a la espera de que la consejería les confirme día y hora para reunirse con la consejera Olga Pané.
Fuentes del Departamento de Salud, por su parte, han asegurado a este diario que la consejería «vela por los derechos lingüísticos de la ciudadanía y actúa cuando detecta casos de discriminación», pero no ha querido entrar a valorar el caso concreto que sufrió Anna en el hospital Dexeus. Por otro lado, sobre una posible reunión con la ONG del catalán, han trasladado que tienen intención de «hablar con todas las entidades e instituciones del ámbito lingüístico que trabajen en el entorno sanitario».