La recuperación de la sexta hora en la escuela pública es una de las medidas más criticadas por la comunidad educativa, la cual implementó de entrada el gobierno tripartito y la ex consejera Irene Rigau acabó suprimiendo. Una medida que se ha vuelto a poner sobre la mesa a raíz del acuerdo de investidura entre el PSC y los comunes el cual ha permitido a Salvador Illa tener los apoyos necesarios para convertirse en presidente de la Generalitat. Casi un mes después de la investidura, la nueva consejera de Educación, Esther Niubó, ha enfriado la implementación de la sexta hora en la escuela pública: «No es que no sea una prioridad, pero si este es un gran consenso que de alguna manera podemos construir, tenemos que encontrar la medida concreta y más quirúrgica para hacerlo», ha argumentado la responsable de la cartera a las peticiones de periodistas en la primera rueda de prensa del curso. Es decir, en otras palabras, el Gobierno no tiene nada deprisa para desplegar la sexta hora -a pesar de que forma parte de los pactos de investidura.
Teniendo en cuenta la oposición firme de los sindicatos de docentes hacia esta cuestión, la consejera de Educación opta por no engancharse los dedos y empezar a implantar políticas en los ámbitos «con más consensos», como por ejemplo reforzar los aprendizajes, atender el alumnado con más dificultades o «tender a la equiparación» del servicio educativo de Cataluña -a pesar de que no ha profundizado más en esta cuestión. Durante toda su intervención, la responsable de la cartera ha querido reiterar su voluntad de «consensuar» las decisiones con el resto de la comunidad educativa: «No se trata de imponer relatos», ha aseverado. De hecho, para evitar una fractura con las formaciones que han apoyado en el Gobierno monocolor, Niubó ha explicado que ya se ha reunido con la líder de los Comunes, Jèssica Albiach, para comunicarle que la recuperación de esta hora en la escuela pública -la cual igualaría el horario con los centros concertados- se tendrá que continuar hablando con los diferentes grupos parlamentarios.

Buscar el apoyo de la comunidad educativa
La nueva responsable de la cartera ha querido dejar claro que una de sus principales prioridades por esta legislatura es «recuperar la confianza con los docentes», motivo por el cual prioriza impulsar políticas «consensuadas» con toda la comunidad educativa. Es precisamente por este esquema de prioridades que también ha asegurado que la ampliación de la jornada intensiva -que se aplica en algunos centros educativos- es un cambio significativo en el funcionamiento del Departamento que «no puede hacer ni imponer». Así pues, de entrada la nueva consejera no recuperará la sexta hora en la escuela pública, pero sí que continuará trabajando para salirla adelante para cumplir con el pacto de investidura. Ahora bien, siempre buscando el «consenso» de los docentes.