El expresidente del Barça y empresario Sandro Rosell ha cargado muy desacomplejadmente contra el sistema judicial español por su encarcelamiento preventivo y por las otras causas de las cuales ha sido exonerado. «He pasado por 18 jueces y he demostrado seis veces que soy inocente, me quedan dos casos -el hígado de Abidal y el caso Negreira- pero ya vendrán», ha asegurado en una jornada sobre
Rosell que ha expuesto su caso acompañado de su abogado, Pau Molins, ha denunciado las actuaciones de la policía y del ministerio fiscal así como de la jueza instructora de la Audiencia Nacional, ahora al Tribunal Supremo, Carmen Lamela, que lo mantuvo en prisión provisional durante casi dos años. «Tengo el récord de España de prisión provisional por delitos de carácter económico», ha destacado el expresidente del Barça. Por otro lado, Rosell ha recordado que tiene interpuesta una demanda por responsabilidad del Estado ante la justicia europea y tiene una querella presentada ante el Tribunal Supremo contra la magistrada Lamela, que ahora ya consta como investigada así como la querella contra la policía patriótica al Juzgado de instrucción 13 de Madrid.
Rosell no es el único caso
En su intervención, Molins ha recordado que el caso de Rosell no es único. De hecho, ha lamentado que no hay muchos estudios sobre los presos preventivos que acaban condenados y ha espoleado en el Colegio de Abogados para que lleve a cabo. Ahora bien, ha podido encontrar un estudio de una entidad de derechos humanos que señala que solo un 65% de los reclusos preventivos acaban finalmente condenados y, en la gran mayoría de los casos, el juez instructor que las decreta ni se entera del resultado final.
En su intervención, Rosell ha lamentado que ha pasado por las manos de 18 jueces, incluyendo comisiones rogatorias internacionales, y «me han mirado hasta los calzoncillos» y, «de momento, ya he demostrado que soy inocente seis veces, solo me queda el caso Negreira y la acusación de tráfico de órganos por el caso Abidal, que la jueza de instrucción ya lo ha querido archivar dos veces, pero fiscalía y la abogacía del Estado se oponen».
Rosell ha criticado que su detención fue «más vistosa que la de Pablo Escobar» y le hicieron un desnudo integral antes de entrar en la prisión. «El dedo no me lo pusieron porque el funcionario me dijo que era del Barça», ha detallado. También ha acusado la policía de haberle «metido dinero en casa». En todo caso, su socio Joan Baldoví, ha informado que le han reconocido una indemnización de 80.000 euros por los dos años de prisión preventiva y espera que sea similar a la resolución de su demanda. Así ha lamentado que la pena le ha quedado porque no lo han reincorporado como consejero en tres multinacionales de las cuales fue despedido cuando fue arrestado. Molins ha defendido diferentes medidas para evitar la prisión provisional como son medios electrónicos de control como la pulsera.
