El exconsejero de Interior, Joaquim Forn, ha vuelto a criticar la “negligencia” del CNI por haber perdido la pista del imán de Ripoll y cerebro de los atentados del 17-A, Abdelbaky Es Satty, y ha reclamado al estado español que desclasifique más documentos para esclarecer su relación con los servicios de inteligencia. “Hace tiempo que se debería haber investigado o aportado las pruebas necesarias para disipar las dudas”, ha señalado Forn en una entrevista en Ràdio Estel. “No son teorías. En el mejor de los casos, ha habido una enorme negligencia del CNI”.
Los vínculos del CNI con Es Satty han vuelto a la primera plana mediática por la comparecencia en la Comisión de Investigación del 17-A de Mohamed Houli, el único superviviente de la explosión de la casa de Alcanar, donde la célula preparaba los explosivos para atentar en Barcelona. Houli, que cumple 43 años de condena por su implicación en los atentados del 17-A, tardó pocos segundos en generar un gran revuelo. “El CNI tenía conocimiento de las intenciones del imán y permitió que viniera y me comiera el coco”, sentenció. La declaración del yihadista está llena de vacíos y no aportó ninguna prueba para sostener su afirmación, pero la opacidad del Estado, sustentada por la negativa del PSOE y el PP a investigar a fondo el caso, tampoco ha permitido esclarecer todas las dudas alrededor del caso.

Demasiados cabos sueltos y ninguna voluntad de investigar
Forn ha insistido en que hay demasiadas cosas que “no acaban de cuadrar” sobre las relaciones entre el CNI y Es Satty. “¿Cuánto tiempo han negado que era un confidente?”, ha cuestionado. En la primera tanda de documentos desclasificados por la Moncloa se constata que el imán de Ripoll tuvo una relación muy estrecha con los servicios españoles de inteligencia. En los informes del CNI sobre Es Satty, se relatan las entrevistas de sus agentes con el imán, así como encuentros con el Servicio de Información de la Guardia Civil. Los documentos avalan la tesis de que los servicios de seguridad lo tenían controlado y que incluso le ofrecieron un acuerdo a cambio de información sobre posibles tramas yihadistas en Cataluña y España.
“Hay muchos más documentos por desclasificar”, ha afirmado Forn. “Ha habido una negligencia y se debe afrontar. Alguien debe pagar”, ha repetido. El exconsejero de Interior ha recordado que circulan muchas teorías sobre el papel del CNI en los atentados del 17-A, pero que él solo da credibilidad a las que se “pueden demostrar”, como la del error de los servicios de inteligencia de no hacer un seguimiento más cercano a Es Satty dado su historial y su personalidad “opaca”.
Tras la desclasificación de los primeros documentos a mediados de enero, Junts per Catalunya ya reclamó más documentación, en especial la relacionada con las llamadas entre el CNI y Es Satty después de que el imán saliera de la prisión. “Se mantiene una relación que nosotros insistimos que es de colaboración con un confidente, con un informante. Queremos saber cuál fue esa relación y qué información facilitó al CNI”, dijo entonces la diputada de Junts en el Congreso Pilar Calvo en una atención a los medios. Junts cree que la “relación” telefónica entre Es Satty y el CNI, que se alargó durante siete meses después de su liberación, es lo suficientemente relevante como para requerir nuevas explicaciones por parte del gobierno español.