Represalia. Así se puede definir la medida disciplinaria que la dirección del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) llevó a cabo contra los agentes que controlaban, fiscalizaban y obtenían información de Abdelbaky Es Satty, el imán de Ripoll, líder de la célula yihadista que atentó en Barcelona y Cambrils el 17 de agosto de 2017. Según relata ABC este viernes, los servicios de inteligencia enviaron a Panamá al oficial de control que se reunía con el imán y que le pagaba los 500 euros mensuales, así como al jefe de la oficina de Girona del CNI, que fue desterrado a Bogotá, en Colombia, a la embajada española en Bogotá.
Según informa el mismo diario, citando fuentes directas del CNI, la División de Contraterrorismo encargó un informe interno para conocer los detalles de la relación del Centro con Abdelbaki Es Satty y, después de los atentados. Una revisión de las entrevistas y los informes que calificaban la información que otorgaba el imán “de anodina”. El informe que justificó la “represalia” por el error clamoroso de los servicios de inteligencia, lo firmó un responsable del área de Contraterrorismo, que entonces dirigía Luis García Terán, el actual secretario general del CNI, es decir, número dos de los servicios secretos.

«Simple dejadez»
La misma información delata que la revisión de las entrevistas con Es Satty evidenció que «el oficial de relación no puso mucho interés en la fuente por simple dejadez, pero en ningún caso hubo voluntariedad por parte del CNI de mirar hacia otro lado». Es decir, que aún refuerza más la tesis de la temeridad o negligencia del Estado pero desde el CNI «niegan categóricamente la teoría de la conspiración que alienta una parte del independentismo catalán desde hace años y que pretende responsabilizar al Estado de los atentados». «El imán ocultó sus intenciones, pero es cierto que, dado el pasado radical, se le debería haber controlado más», remarca el ABC. La nueva información también ayuda a los portavoces parlamentarios en la comisión de investigación a reclamar de nuevo la comparecencia del exdirector del CNI, Félix Sanz Roldán, que negó relaciones con Es Satty.