Susanna, Su, Moreno, tiene 39 años, viene de l’Anoia. De hecho, ha sido ocho años concejal en el Ayuntamiento de Capellades, milita en Endavant y se enorgullece de ser marxista. Ha formado parte del grupo impulsor del Procés de Garbí y ahora es una de las dos caras más visibles del nuevo secretariado de la CUP. De hecho, es la portavoz y comparte secretaría con Non Casadevall, que ha sido elegido como secretario general. El Món conversa con Moreno en la sede de la CUP sobre el momento actual del partido, de la política catalana, de la extrema derecha y de todo lo que rodea el proceso de liberación nacional. La portavoz enfatiza lo que ya hace semanas ronda por el Parlamento, si la CUP será la única oposición al Gobierno de Illa.

¿Podemos definir como oportunidad única, con nuevo secretariado, la CUP renovada tras el Procés de Garbí?

Podemos decir que hay una CUP renovada pero que no se aleja de los pilares básicos, de los objetivos básicos. Sí que ha hecho un trabajo de repensar la estrategia, de recargar pilas y de superar este ciclo político que pedía avanzar hacia nuevas apuestas políticas.

Puestos a hablar del ciclo político, si nada lo entorpece, que en este país nunca se sabe cómo van las cosas, en principio vienen tres años y medio, como mínimo, de calma en los ciclos electorales. Por tanto, tiempo para expectativas y estrategias a través del municipalismo y el Parlamento y todo en un contexto de agilización de las estructuras.

Aparte de los cambios organizativos que plantean nuestras ponencias, que van desde una CUP más cercana, o más centralizada, por ejemplo, a las territoriales, también buscamos acoger nuevas formas de militancia, entender que los tiempos cambian. Tiene que haber la posibilidad de acoger nuevas formas de militancia, además de trabajar con un cambio de centralidad en la toma de la dirección política, que pasemos de Consejo Político a Mesa Nacional. Todos estos cambios organizativos que pensamos que pueden contribuir a hacer una CUP más fuerte, más referencial y en lucha. Nosotros tenemos claro que una de las cuestiones esenciales, y en la que tenemos como tareas al Secretariado Nacional, es desplegar lo que diríamos un programa político.

¿Un programa político?

Desplegar y generar un programa político. Y con eso no estamos hablando de un programa electoral, sino que ha de ser un programa que sea capaz de aglutinar también las diferentes luchas. En este programa político tiene tres ejes. Uno es la articulación de construcción de la liberación nacional, el otro es la transición ecosocial y, en último término, la defensa de los derechos civiles y políticos. Estas tres ideas son las que tienen la centralidad tanto en nuestro trabajo a escala municipal, como en el ámbito parlamentario, como a escala de país.

Susana Moreno, portaveu de la CUP, Barcelona 17-10-2024 / Mireia Comas
Susana Moreno, portavoz de la CUP, Barcelona, en un momento de la entrevista donde defiende los cambios que ha supuesto el Procés de Garbí / Mireia Comas

¿Se ha profundizado lo suficiente en el Procés de Garbí?

Yo pienso que se ha profundizado o se han tocado temas esenciales que hacen o que dan las herramientas para que la CUP pueda ir hacia esta idea de hacer una CUP más fuerte, más referencial y más grande. También creo que sí que hemos conseguido al menos tejer las bases o una hoja de ruta en el ámbito estratégico y también en el ámbito organizativo que nos llevan hacia aquí.

Ni un mes después de cerrar el proceso ya empiezan a sonar cantos de sirena en los procesos congresuales, por ejemplo, de Esquerra. O, por ejemplo, voces que provienen del espacio de los comunes, sobre la preparación o creación de una especie de nueva formación, un nuevo movimiento, digámoslo así, de izquierda nacional independentista, entre soberanistas de los comunes, ERC y la CUP. ¿La CUP se lo puede mirar y puede parar la oreja?

Nosotros hemos hecho un análisis también del ciclo político pasado y también sacamos algunos aprendizajes. No sabemos si ahora lo que necesita el país es un nuevo artefacto electoral. Seguramente lo que necesitamos es articular las luchas, reforzarlas, generar estructuras de contrapoder, apoyar y reforzar la lucha antifascista que se está movilizando o que se movilizará este domingo en Ripoll, apoyar toda esta capacidad que tiene el movimiento de defensa de la vivienda, que también se manifestará el 26 de noviembre. Tenemos que poder articular, dar fuerza a todo este movimiento que también está saliendo a la calle y que ahora mismo permite ir generando las condiciones objetivas para ir reforzando también el movimiento independentista.

¿No haría falta, entonces?

Como organización, decimos que el movimiento independentista debe nacer a partir de estas luchas sociales y volver a lo que había sido de alguna manera el movimiento independentista. De hecho, consideramos que el movimiento sigue siendo en gran parte aquella gente que también salía por la defensa de la escuela pública, el movimiento feminista, etc. Pensamos que hay que reforzar todo esto y no sabemos si ahora mismo lo que se necesita es otro artefacto institucional.

Dice «reforzar», pero de hecho la estrategia ahora no es que sea nueva, pero sí más centrada. Es decir, es cierto que el movimiento independentista acumuló algún tipo de esperanza de mejora social, pero era más onírica. En cambio, ahora parece que hay hechos u objetivos más concretos, por ejemplo, la vivienda.

Quizás no estaba tan claro, pero sí que es evidente que el independentismo, como proceso de liberación nacional, también debe contemplar la liberación social o la emancipación social, porque esto también debe atender, digamos, las necesidades que tiene ahora mismo el país. ¿Y cuál es la emergencia que tenemos hoy? La cuestión de la vivienda es un drama. O sea, la gente está eligiendo si pagar el alquiler o pagar la comida, ¿no? Y estamos en este drama. Por tanto, sí que el independentismo debe atender esto también, porque debe ser un camino también que nos lleve hacia la conquista de derechos y no perder algunos derechos que estamos perdiendo a marchas forzadas.

Susana Moreno, portaveu de la CUP, Barcelona 17-10-2024 / Mireia Comas
Susana Moreno, portavoz de la CUP, Barcelona 17-10-2024 / Mireia Comas

Con el nuevo ciclo electoral parlamentario, la investidura del presidente Salvador Illa por parte de ERC, el posicionamiento ideológico de Junts, ¿es consciente la CUP del campo que tiene para correr como oposición?

Bueno, lo que nosotros estamos viendo es, sobre todo, la poca oposición que se está planteando en el Parlamento. Vemos cómo ERC ha puesto la alfombra roja al PSC, y no es ahora, sino que ya hace tiempo que lo hace. Por otro lado, Junts, que claramente dijo que no haría oposición. Los comunes, que también vemos cómo tienen una clara relación de pacto con el PSC. Por tanto, sí que se visualiza una posibilidad de que nosotros podamos tener otra voz realmente de oposición dentro del Parlamento, sobre todo viendo cuál es la disposición del resto de actores políticos.

¿Se ven como la única oposición?

Nosotros somos una oposición firme, anticapitalista, y lo que también decimos siempre es que ahora mismo somos, seguramente, la única alternativa independentista y de izquierdas que existe y que, además, tiene representación en el Parlamento. Ante un independentismo que no está haciendo de independentismo y unas izquierdas que no están haciendo de izquierdas, tenemos otra voz claramente opositora, anticapitalista e independentista dentro del Parlamento.

Una de las debilidades de la CUP en el ciclo anterior ha sido el municipalismo con pérdida y no recuperación de representación en Barcelona, el golpe en Tarragona, más allá del éxito en Girona, y la bajada electoral y de concejales, ¿cómo tienen pensado darle la vuelta?

Hay que decir que algunos resultados acaban surgiendo porque en ese momento venimos de un circuito de gran movilización en la calle, y también sabemos que algunos artefactos políticos nacen del 15-M, nacen del movimiento popular… pero que se acaban desvaneciendo en el momento en que el movimiento en la calle también se desvanece. En el momento en que hay cada vez más desencanto político. También hemos podido ver que algunas propuestas que se han ido haciendo también en algunos municipios, como Barcelona, quizás no han sido las esperadas por la gente. De todas maneras, nosotros seguimos apostando por el municipalismo, pero que tenga lo que nosotros llamamos un triángulo: no desarticular la importancia de tener representación institucional, de tener fuerza en la institución, y tener un movimiento fuerte fuera de la institución, que al final es lo que acabará acompañando que podamos hacer políticas transformadoras.

La fórmula de un pie en el Palau, un pie en la calle. Lo que pasa es que hasta ahora esta fórmula no ha funcionado bien…

Nosotros afinamos un poco esto, y lo que también hemos reflexionado en el Garbí es que de alguna manera hay que romper esta dicotomía. El municipalismo es un todo. Muchas veces se confunde el municipalismo con tener representación institucional, y en realidad el municipalismo es todo aquello que ayuda a transformar un municipio. Hay que entender que esto esté de alguna manera equilibrado. En algunos municipios ha ido mejor, ha habido más posibilidades de avanzar en esta dirección, y en otros no, y seguramente tiene que ver con estos desequilibrios que decíamos.

Una de las cuestiones que más surgieron en algunos debates y en algunas asambleas es la cuestión del lenguaje. A veces la CUP no se ha acabado de explicar bien, posiblemente por un lenguaje demasiado hermético o a veces demasiado complejo. ¿Es tarea del nuevo secretariado aclarar un poco esta idea?

Esta tarea del nuevo secretariado es una de las tareas que tenemos, poder explicarnos de una manera más clara, poder explicar nuestras apuestas políticas que no sea solo a través de los medios, sino también a través de estar con la gente. Por eso, la tarea municipal es tan importante, porque nos permite estar insertados en la sociedad, que es lo que nos toca hacer. Esto también permite, muchas veces, atender cómo te entienden y cómo no te entienden. Yo creo que no solo es en el ámbito discursivo, sino también es en el ámbito de tocar de pies en el suelo con la gente.

Una de las cuestiones más candentes de la legislatura será el catalán. Vosotros fuisteis los únicos que os opusisteis al decreto de modificación de la ley sobre la inmersión. ¿Será esta la línea?

La defensa del catalán será uno de los pilares fundamentales. Y en esta construcción del programa que decíamos, cuando decíamos de articular la cuestión de la liberación nacional, el catalán es un pilar central. El otro es que nosotros trabajaremos internamente y generaremos una sectorial específica en la cuestión del catalán porque también analizamos cuál es el drama. Y que poco se está atendiendo esto. Cuando leíamos el otro día que las listas de espera para poder dar clases de catalán en el Consorcio de Normalización Lingüística son eternas, esto significa que no se está atendiendo lo que toca atender. Presionaremos a quien toque en todas estas cuestiones para que realmente se garantice tanto el acceso al aprendizaje del catalán como la aplicación de la ley.

Susana Moreno, portaveu de la CUP, Barcelona 17-10-2024 / Mireia Comas
Susana Moreno, portavoz de la CUP, Barcelona 17-10-2024 / Mireia Comas

Muchos dicen que tenemos socioliberalismo en el Palau y el primer grupo en la oposición a la derecha, vuelve a resonar el Hard Rock o el aeropuerto del Prat y su ampliación.

Bueno, es que las políticas que ponen sobre la mesa… Estamos en un contexto ahora mismo en el que no solo lo estamos viendo aquí, sino que lo estamos viendo también en toda Europa. Estamos en un contexto en el que estas desigualdades que sufre la gente y de esta crisis sistémica y también ecológica que vivimos se quieren resolver con medidas, como diríamos, de parche, o de medidas de una tirita. O con medidas, podríamos decir, más reaccionarias. De hecho, el crecimiento de la extrema derecha llega cuando no hay oposición fuerte en la calle y cuando las izquierdas no hacen de izquierdas. Se acaba generando que se impulsen políticas totalmente reaccionarias, como estamos viendo en Italia, como en Europa ya se plantea, etcétera. Aquí también, con la cuestión de la vivienda, cuando estamos viendo que las recetas para este problema son 200 euros para los jóvenes! Como si fuera una cuestión propiamente de jóvenes y no fuera una cuestión de clase, que es lo que acaba siendo! Cuando no se aborda la necesidad de intervenir los precios de alquiler, evidentemente nos lo ponen en bandeja, porque vamos mal con esta no voluntad de querer ir a la raíz de los problemas.

¿Vuelve la lucha de clases, entonces?

Yo creo que nunca ha desaparecido la lucha de clases, pero seguramente habrá que articularla. Lo que falta seguramente es toma de conciencia en este sentido y falta movilización. Es necesaria la organización a nivel de clases para defender nuestros derechos civiles políticos y materiales, y de vida.

De ahí que antes definía la CUP como la única alternativa independentista y de izquierdas.

Correcto.

Pero eso es una gran responsabilidad. ¿Entienden este protagonismo en un momento que el Procés -partimos del 2010-2012 hasta ahora-, se ha acabado?

Finaliza un ciclo político determinado que nos ha generado unos aprendizajes importantes.

Y ha creado monstruos… Aliança Catalana.

Claro, pero es que nosotros no consideramos independentistas como Aliança Catalana. No podríamos, digamos, meternos dentro de este grupo o de este movimiento. Sobre todo porque, si algo podríamos pensar más bien de Aliança Catalana es que es más un artefacto al servicio del españolismo, que lo único que pretende es dividir. Lo que hacen es dividir la clase trabajadora, hacer culpable de las desigualdades al de al lado, al de abajo, hacer más vulnerables a las personas ya vulnerables, etc. Por tanto, nosotros consideramos el independentismo como un movimiento amplio, integrador, acogedor, etc. No entendemos que Aliança Catalana esté dentro de estos parámetros. Y Aliança Catalana, al final, es que lo que pasa en Cataluña es lo que pasa en el estado español, lo que pasa en Europa, y también lo que está pasando en el mundo. El crecimiento de la extrema derecha no es algo casual ahora mismo aquí, sino que son aquellos artefactos políticos que, en momentos de crisis sistémica, tienen una base económica, claramente, pero que es como la mirada política que intenta poner soluciones fáciles a cosas complejas y que después, cuando llegan al poder, tampoco hacen grandes cambios, como también estamos viendo en Italia, que estructuralmente tampoco ha cambiado nada. Por tanto, aquí también sufrimos lo que está sufriendo el resto del mundo.

Permítanme, pero tienen un discurso muy marxista, pero no desde el punto de vista dogmático, porque Marx se acostumbra a interpretar bastante mal.

Es que lo soy. Bueno, históricamente siempre la gente acaba tomando lo que más le conviene de cada uno.

¿Le falta marxismo al independentismo, entonces?

Estaría muy bien que tuviera mucho marxismo el independentismo. Lo que tenemos que conseguir al final es que el movimiento independentista sea de izquierdas, sea un movimiento liberador a escala nacional, porque tenemos derecho también a poder tener nuestra propia soberanía, a poder autogobernarnos, a defender nuestra cultura, etcétera. Pero también que sea un proceso emancipador en el ámbito social.

Susana Moreno, portaveu de la CUP, Barcelona 17-10-2024 / Mireia Comas
Susana Moreno, portavoz de la CUP, Barcelona defiende que hace falta marxismo en el Procés / Mireia Comas

¿Situáis a Junts a la derecha?

Junts evidentemente está haciendo últimamente algunas propuestas que vuelven directamente hacia la Convergència más de derechas. Lo vimos el otro día con Laura Borràs, que puso sobre la mesa aquella posibilidad de moción y censura con Vox y PP, que nos parece indignante que alguien que se diga independentista esté planteando esto. O también lo vimos cuando contribuyeron a hacer caer la ley de vivienda. Pero también vemos que difiere poco del modelo de país del que habla el PSC, alrededor de bajada de impuestos, etcétera. El Junts de ahora recuerda más a la Convergència más de derechas que al Junts que venía del Procés.

¿Y qué decís de la relación entre ERC y PSC? Quizás hay una parte del electorado de los republicanos que se puede encontrar…

¡Huérfano! Creo que nuestro trabajo es este. Contribuir a la construcción de nuevo de este movimiento independentista de izquierdas que considera que debe ser una vía clara hacia la emancipación. Bueno, ahora estamos en un momento de receso y un momento complejo. Seguramente ERC sufre las consecuencias de la represión. A nosotros también nos sabe mal, ahora mismo, lo que de alguna manera vive ERC, porque no ayuda a contribuir al crecimiento popular y a veces genera desencanto. Seguimos hablando de personas en lugar de política o de proyecto político y ahora mismo seguramente no es lo que necesita el país. Pero bueno, nosotros, al final, ante estos tres ejes que comentaba antes, tendremos una mano extendida o la voluntad de hablar con todos los que haga falta y que tengan ganas de contribuir.

La mano extendida hacia ERC, pero ¿y con los comunes?

Yo matizaría que más que extender la mano a ERC la extendemos a cualquier agente político que quiera ir hacia estos tres ejes de trabajo: construcción y articulación del movimiento de liberación nacional, transición ecosocial y defensa de derechos civiles y políticos. A todos aquellos agentes políticos y sociales que nos quieran acompañar. Cuando hablamos de la construcción de este programa político, no podemos hacerlo solos, lo haremos con diferentes alianzas y con diferentes contactos, y no solo pasará por partidos políticos. De hecho, pasará, seguramente, ahora mismo, más por articular el movimiento popular que no por los partidos. Aunque sí que pueden haber algunas alianzas tácticas en función de la coyuntura y en función del contexto.

Uno de los protagonistas, el Alien, el octavo pasajero que siempre hay en el proceso político, sobre todo desde el 2017 hasta aquí, es la represión. ¿Hasta qué punto esto todavía impide la acción? La no aplicación efectiva de la amnistía en los grandes procesos como la operación Judas o los encausados o ya condenados por el Procés son un ejemplo. ¿Hasta qué punto enturbia un poco el hecho de resucitar del movimiento y salir de este, me decía, «receso»?

Aquí hay varias cosas. Por un lado, es importante denunciar y seguir denunciando que esta ley de amnistía que prometía solucionar todas estas cuestiones no se está aplicando correctamente, hay mucha gente que está quedando fuera. Y, por otro lado, hay que ser muy conscientes de que el estado español nos ha mostrado las garras, hemos visto de qué es capaz en un momento en que la movilización popular hace tambalear el régimen del 78.

La izquierda independentista ya sabía cómo se las gastaba el Estado…

Correcto. Ahora tenemos que entender que en procesos de lucha como el que nos planteamos posiblemente tendrán procesos represivos, pero esto también nos tiene que hacer entender que hay que prepararse para eso. En este pasado ciclo político, posiblemente, una de las cosas que nos faltaba afinar era esto, ser conscientes de que no hay recetas mágicas sino que serán procesos complejos y que el Estado utilizará todas sus herramientas para dificultarlos.

Susana Moreno, portaveu de la CUP, Barcelona 17-10-2024 / Mireia Comas
Susana Moreno, portavoz de la CUP, cree que la militancia de la CUP se ha vuelto a activar/ Mireia Comas

Después del proceso de Garbí, ¿qué puede animar a alguien a hacerse militante de la CUP?

En primer lugar, que tenemos estrategia. Tenemos una estrategia clara y sabemos lo que queremos hacer. Y la otra es que ahora mismo la opción independentista y de izquierdas que tiene el país es la CUP. Por tanto, aquellos que quieran contribuir, que se quieran animar a contribuir a nuestra liberación nacional y social, la CUP es un espacio donde poder hacerlo, porque tenemos esta mirada. No solo hacemos el trabajo en instituciones, sino que la CUP o la izquierda independentista puede ayudar o es, ahora mismo, un actor clave para contribuir a avanzar hacia un mundo un poco mejor.

De hecho, una de las cuestiones es que la izquierda independentista siempre había tenido movimientos internos y, como mínimo, os garantizáis, después de este proceso, un tiempo de paz.

Nosotros salimos, pensamos, reforzados; con más cohesión y con ganas de tirar adelante y haber resuelto algunos debates que pensábamos que eran importantes. Está claro que tenemos trabajo, pero salimos reforzados y también con una gran capacidad que hemos tenido de activar la militancia. Ahora comenzaremos un encuentro con las asambleas territoriales y locales. Lo que decimos, el ámbito nacional tiene que estar siempre en contacto.

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