Militancia Decidim, con Oriol Junqueras y Elisenda Alemany al frente, Nova Esquerra Nacional (NEN), con el tándem formado por Xavier Godàs y Alba Camps, y Foc Nou, con Helena Solà y Alfred Bosch, son las tres candidaturas que competirán en la primera parte del congreso –la votación– que Esquerra Republicana celebrará el próximo 30 de noviembre para hacerse con la dirección del partido. La candidatura que gane debe superar el 50% de los votos para controlar el nuevo ejecutivo de ERC. Si ninguna candidatura alcanza este porcentaje, se deberá celebrar una segunda vuelta en 15 días, es decir, el 14 de diciembre. Para la segunda votación, si fuera necesaria, los estatutos permiten modificar las listas y que haya alianzas con algunas condiciones: mantener al candidato a presidir el partido y modificar hasta un «máximo» del 50% las personas que formaban parte de la candidatura en la primera votación.

Los resultados de los avales permiten obtener una primera fotografía, y una aproximación muy directa, según expertos consultados por El Món, de cómo está la carrera para tomar el control del partido. Al frente, está la lista de Junqueras, que cuenta con el aval del 30% de la militancia, seguida de NEN, la candidatura que tiene el apoyo del aparato y de Marta Rovira, que ha logrado avales de casi un 20% de los afiliados, y, en último lugar, está Foc Nou, que con una oposición frontal al pacto de investidura de Salvador Illa ha superado el 5% de apoyos que los estatutos marcan como imprescindibles para concurrir a las elecciones internas de los republicanos. En total, un 55% de la militancia se ha decantado por una de las tres opciones, pero queda una gran bolsa de militantes que no se ha pronunciado en esta recogida de avales. En cualquier caso, Militancia Decidim es la candidatura que va al frente y es la que tiene más opciones de ganar en esta batalla que ha sacudido el partido, mientras que las posibilidades de NEN y Foc Nou pasan, en gran parte, por unir fuerzas si la militancia republicana fuerza la segunda vuelta.

Una victoria de la lista de Oriol Junqueras, según señalan politólogos consultados en El Món, aplazaría una renovación que, a la larga, es inevitable. El profesor de Ciencias Políticas de la UAB Marc Guinjoan considera que si gana la lista de Junqueras el partido tiene «un problema» porque sería aplazar «una renovación que se tiene que hacer y, además, tendría la política de tierra quemada» porque, según apunta, «dejaría en un segundo plano» élites y personas válidas del partido. «Me cuesta mucho entender esta posición de Junqueras, más allá de esta actitud mesiánica que creo que ya es indudable», advierte.

Xavier Godàs, de la candidatura de Nova Esquerra Nacional / Nova Esquerra Nacional

Andreu Paneque, doctor en Ciencias Políticas y profesor en la UOC, también considera que una victoria de Junqueras aplazaría una renovación inevitable. «Será un parche», afirma. Y señala que en ERC hay una parte de la gente que «quiere ganar tiempo para ver hacia dónde salen los liderazgos». «La candidatura de Oriol Junqueras es el único liderazgo reconocible por parte de ERC; y con los años ya se irán erigiendo nuevos liderazgos, pero ahora mismo no hay mucho donde elegir», expone. Paneque cree que Junqueras se aferra a la idea de que «sin un personaje reconocible ERC puede llegar a perder la representación y el objetivo interno de la supervivencia como partido».

Junqueras: un liderazgo con apoyo de cuadros destacados, pero con riesgo de no cumplir perspectivas electorales

El politólogo y profesor de la UPF Toni Rodon se muestra más cauteloso sobre el hecho de que una victoria de Junqueras pueda aplazar una renovación que parece inevitable porque, según recuerda, hay casos de líderes políticos que ya estaban y han vuelto, y «han sido capaces de renovar el partido». Aun así, muestra sus dudas de que en este caso eso sea posible.

Por otro lado, Rodon señala que Junqueras se ha beneficiado del hecho de que «internamente» es un liderazgo conocido, y eso le ha permitido, a su parecer, recibir el apoyo de cuadros destacados -ha sacado pecho por recibir el apoyo del 40% de electos del partido- que no han conseguido el resto, pero se pregunta qué pasará si se impone en el congreso y, a la larga, «no consigue obtener unas perspectivas electorales buenas». Asimismo, también remarca que si no sale elegido con una mayoría importante comenzará esta nueva etapa «como un pato cojo», y le costará arrancar porque se visibiliza públicamente que su línea política «no tiene el apoyo que podría llegar a tener».

¿La militancia que no ha avalado ninguna candidatura puede beneficiar a NEN y Foc Nou?

Hay voces dentro de la carrera por tomar el control del partido que señalan que la bolsa de militantes indecisos podría inclinar la balanza hacia un lado o hacia el otro, y las candidaturas aprovecharán la campaña hasta el día 29 para intentar convencer al militante republicano para que el sábado 30 de noviembre se conecte un momento a internet y decida votar de forma telemática desde cualquier lugar. Una situación que podría beneficiar a Nova Esquerra Nacional y Foc Nou. Marc Guinjoan señala que entre las personas que han avalado «hay una mayoría» a favor de Junqueras, pero admite que el voto de estas elecciones «tiene un coste muy bajo porque se puede hacer desde casa o desde el móvil en cualquier momento». «Si te has mantenido desde 2019 militando en el partido, estás dispuesto también a votar», expone, y añade que «es una opción que los que no han firmado ningún aval acaben votando una candidatura alternativa».

Helena Solà, candidata a presidir ERC por parte de Foc Nou, Alfred Bosch, candidato a secretario general y Gabriel Fernández, candidato a vicepresidente de Cohesión, entregando los avales / Maria Pratdesaba / ACN

El politólogo de la UOC expone que normalmente participan los militantes que «lo tienen muy claro» y los que están «muy enfadados». En este último punto indica que si el militante vota porque está enfadado «quien tiene a perder, evidentemente, es Oriol Junqueras». Y, por tanto, defiende que cuanto más participación haya, habrá «más voto insatisfecho con la organización, con el liderazgo y con el posicionamiento político de la formación hasta ahora». En este sentido, considera que NEN y Foc Nou «tienen más ventaja» desde el punto de vista de que «si no me gusta esta opción, me voy a la otra». Es decir, un voto de castigo. Toni Rodon, por otro lado, señala que «si hemos de hacer caso a la recogida de avales parece que todo apunta a la victoria de Junqueras», y evita especular sobre cuál puede ser el sentido del voto de los militantes que no se han posicionado por ninguna opción. «Puede ir de cualquier manera», resume.

¿Una posible alianza entre NEN y Foc Nou y un día después que cohesione el partido?

Si la militancia decide que debe haber segunda vuelta, en el caso de que ningún candidato alcance el 50% de los votos en la primera ronda, Foc Nou puede convertirse en decisiva en futuros pactos. Su oposición al pacto con Illa, que supeditan al cumplimiento de los acuerdos, ha obligado a las otras candidaturas a mover ficha. Militancia Decidim ya ha dicho que en ningún caso formará parte del Gobierno de la Generalitat, pero mantiene silencio sobre qué pasará en el Ayuntamiento de Barcelona. Y la candidatura de Godàs y Camps ya ha dicho que someterán a consulta un eventual acuerdo de presupuestos con el ejecutivo socialista. Sea como sea, Nova Esquerra Nacional ya se ha abierto a pactar con Foc Nou para derrotar a Oriol Junqueras, pero la candidatura de Solà y Bosch prefiere marcar distancias de cara a la primera ronda del 30 de noviembre. Aun así, Andreu Paneque apunta que «viendo las perspectivas creo que ya están hablando» y remarca que en las segundas vueltas, desde las teorías del comportamiento electoral, «siempre acaba saliendo el voto útil». «Si tú favoreces que seas aún más el voto útil, eso acaba generando un reposicionamiento del tablero de juego que favorece a las nuevas candidaturas», concluye.

Marc Guinjoan, por su parte, dice que «es evidente que Nova Esquerra Nacional necesita la concurrencia con Foc Nou». El profesor de la UAB, por otro lado, no ve diferencias significativas entre los programas de Junqueras y Godàs, y las califica de «continuistas, pero encuentra relevante que la lista impulsada por el aparato, en caso de ganar, proponga que la ponencia política se redacte de forma conjunta con el resto de candidaturas. «Más allá de las caras y en términos políticos, creo que esto es un tema que es atractivo en un partido que está absolutamente dividido», dice, en contraposición a la propuesta «mesiánica» de Junqueras. En este sentido, Toni Rodon apunta que el principal interrogante está en el día después de la decisión de la militancia y «qué pasará con el partido». «Hay el interrogante de si Junqueras querrá integrar las voces disidentes, y quizás quiere pero no puede porque los otros se resisten o porque lo que ofrece no es atractivo», señala. E insiste en que esto es importante de cara al futuro de la formación porque, en general, los votantes penalizan «a los partidos que perciben como divididos».

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