Los votos favorables de Esquerra Republicana y Juntos por Cataluña serán claves para permitir la investidura de Pedro Sánchez y las dos formaciones independentistas ya han fijado sus condiciones antes de abrir negociaciones con el PSOE y Sumar. En el último pleno del Parlamento antes del periodo de vacaciones, ERC y Junts se instaron a hacer un «frente común» en el Congreso para negociar de manera conjunta con los socialistas. Un deseo que, una vez más, no parece factible a estas alturas, sobre todo por las demandas que han puesto cada uno de los partidos sobre la mesa para delimitar el terreno de juego de las conversaciones. En conversación con El Món, fuentes de Junts han remarcado que el partido solo se quiere centrar en estas dos condiciones que ha fijado como «los mínimos marcados» para permitir la investidura de Pedro Sánchez, mientras que los republicanos, como ya han mostrado públicamente, están más dispuestos a moverse con una serie de propuestas economico-sociales para encontrar un punto intermedio aunque tenga un apoyo más limitado y esperan y confían que Junts haga el mismo, a pesar de que la formación de Laura Borràs ya ha rechazado algunas propuestas efectuadas por los republicanos.

El único punto en el cual Esquerra y Junts coinciden al cien por cien es en el de pedir el fin de la represión al independentismo con una amnistía para todos los juzgados, encausados e investigados en causas relacionadas con el Proceso. De hecho, Carles Puigdemont ya ha dejado muy claro que, a pesar de haber recibido alguna oferta de indulto —una propuesta que requiere que antes sea juzgado—, no tiene bastante con una solución personal, sino que hay que encontrar una salida a los 4.000 represaliados por los hechos del 1-O y que el «chantaje político» no funcionará. Sin embargo, el PSOE considera que esta medida de gracia es inconstitucional y siempre ha impedido de la mano del PP y Vox que cualquier iniciativa de este tipo prospere en el Congreso. De hecho, los socialistas han impedido que se llegara a debatir siempre que el independentismo ha intentado llevarlo en la cámara baja.

Ambas formaciones independentistas también reclaman la autodeterminación, pero aquí hay matices entre un partido y el otro. Los republicanos, por su parte, ofrecen una salida a los socialistas para tratar la propuesta de un referéndum pactado a la tabla de diálogo. En cambio, los juntaires reclaman que forme parte del acuerdo para permitir la investidura. De hecho, Junts dejó claro el día siguiente a las elecciones que este es el «tema central» para resolver el conflicto político y, además, advirtió al PSOE que ellos quieren cobrar «por avanzado» porque, según defienden, Sánchez ha demostrado tener «poca credibilidad» y no hay que «regalar votos a cambio de nata«.

Jordi Turul y Carles Puigdemont en una reunión de la ejecutiva de Juntos a Argelers, en la Cataluña Norte / Europa Press

En este sentido, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, insistió en la rueda de prensa para hacer balance del curso político que el conflicto se resolverá con un referéndum y ofreció a las partes negociadoras el proyecto del Acuerdo de Claridad, que no cuenta con el apoyo del Parlamento. De hecho, la presidenta de Junts, Laura Borràs, le replicó que con esta propuesta el jefe del Gobierno «demuestra su nivel de desconexión de la realidad del independentismo» y dejó claro que «de los votos de Junts ya hablaremos los de Junts».

La postura de los juntaires choca con la de los republicanos, que presiona su exsocio de gobierno para que acepte un «precio asumible» para investir Pedro Sánchez. En este sentido, la plana mayor de ERC y los jefes visibles del partido en Madrid firmaron un artículo conjunto en el ARA donde fijaron tres cuestiones clave: mantener la tabla de diálogo para continuar avanzando hacia el referéndum y la amnistía, el traspaso de Cercanías y un nuevo modelo de financiación que acabe con el déficit fiscal. Pese a las presiones, Junts se mantiene firme en reivindicar que la amnistía y la autodeterminación tienen que ser acordados antes de la investidura y no en la mesa de diálogo.

El traspaso «integral» de Rodalies

Esquerra también reclama al PSOE que se complete el traspaso «integral» de Rodalies. Es decir, que la Generalitat, además de gestionar la planificación del servicio –los horarios y las tarifas–, también pase a gestionar las catenarias, las vías y los trenes. Esto, para ERC, que reclama 4.000 millones para hacer las inversiones pertinentes, es una oportunidad para acabar con los problemas crónicos del servicio. De hecho, los republicanos anunciaron a finales del 2021 un pacto con el PSOE por esta cuestión a cambio de aprobar los presupuestos del Estado, pero no se ha cumplido.

Pero este traspaso, que Junts también ha reclamado en el Congreso, no es una condición sine qua non para permitir la investidura. De hecho, Jordi Turull, en el mitin de Banyoles, dejó claro que «no he ido a la cárcel para traspasar Rodalies». Este comentario fue respondido por la secretaria general de ERC, Marta Rovira, en las redes sociales: «En cambio, yo estoy en el exilio para ser independentista. Mientras sumamos fuerza política, social e internacional para negociar el referéndum (sin confundirnos de adversario), tenemos que avanzar hacia la soberanía fiscal y ferroviaria».

Pere Aragonès
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, durante la rueda de prensa en palacio / Bernat Vilaró

El fin del déficit fiscal

El presidente de la Generalitat y ERC han rechazado que la revisión del sistema de financiación autonómica tenga que pasar por un nuevo café para todos porque se niegan a defender «los intereses otros territorios» y han exigido una negociación «bilateral», que permita poner fin al déficit fiscal catalán que, según cálculos de la Generalitat, está en unos 20.200 millones anuales.

Los programas electorales de ERC y Junts coinciden que hace falta un nuevo sistema de financiación y que el Estado tiene que compensar la Generalitat por «las infraestructuras presupuestadas y no ejecutadas en Cataluña desde el 2014» y por «la insuficiencia de recursos que ha sufrido desde el 2014», pero el de los juntaires reclama incorporar la variable «coste de la vida» en el cálculo y aplicar el «principio de ordinalidad» porque si Cataluña es el tercer territorio que aporta más a la financiación del Estado, también tiene que ser lo tercero a recibir.

Aun así, parece que el PSOE no está dispuesto a negociar esto de tú a tú con la Generalitat un nuevo sistema de financiación con las condiciones que ponen los partidos independentistas porque provocaría las quejas del resto de comunidades. De hecho, la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, reiteraba hace unos días que una negociación así tiene que ser con todas las comunidades y con «todos los partidos políticos».

El catalán en el Congreso y en Europa

El uso del catalán en el Congreso de los Diputados y en la Unión Europea ha entrado como actor secundario en las negociaciones del PSOE, Sumar y el independentismo. La primera es una propuesta de Sumar, que ha puesto encima la opción de reformar el reglamento del Congreso para permitir que los diputados puedan expresarse en catalán, eusquera y gallego a los plenos y a las comisiones. A pesar de que hace unos meses el PSOE, con el apoyo de PP, Vox y Ciutadans; tumbó una propuesta similar, ahora el independentismo podría exigirlo como contrapartida del acuerdo para permitir que el PSOE mantenga la Presidencia de la Mesa del Congreso. Un acuerdo que también tiene que facilitar que ERC y Junts tengan grupo propio.

La candidata de Sumar a la presidencia del gobierno español, Yolanda Díaz, interviene al mitin central de Sumar-En común Podemos / Mireia Comas
La candidata de Sumar a la presidencia del gobierno español, Yolanda Díaz, interviene al mitin central de Sumar-En común Podemos / Mireia Comas

Por otro lado, la propuesta del catalán a Europa viene de lejos. De hecho, el Estado y la Generalitat ya pactaron impulsar el catalán a Europa en el último encuentro de la mesa de diálogo, en verano del 2022, pero hace un año que está parada. Los socialistas no han mostrado demasiado interés para presionar la mesa de la Eurocámara para que la tramite y los republicanos quieren aprovechar las negociaciones con el PSOE para exigir a Sánchez que «culmine» el proceso. Aun así, la Plataforma por la Lengua considera que no hay suficiente y reclama a los partidos independentistas que aprovechen este momento en que España ostenta la presidencia rotatoria de la UE para que el Estado pida la oficialidad del catalán a Europa mediante la reforma del reglamento.

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