Eulàlia Reguant (Barcelona, 1979) es portavoz de la CUP en el Parlamento de Cataluña y una de las caras más visibles del partido anticapitalista. La diputada reflexiona en esta entrevista sobre la enmienda a la totalidad a los presupuestos del 2023 y que han presentado sin, a diferencia del año pasado, haber entrado en las negociaciones de las cuentas. Reguant se muestra dura con ERC, pero también con Junts, y pide una transformación del país desde el ámbito de derechos y justicia social.
Ustedes martes presentaron una enmienda a la totalidad en los presupuestos del 2023. ERC, PSC y comunes se lo rechazaron. ¿Cómo vivió el debate?
Creo que nadie estaba muy contento. Ni los que representa que tumbaban la enmienda a la totalidad. Este ambiente que se respiraba dice mucho de los presupuestos que se están tramitando.
¿Por qué considera que ERC no estaba satisfecha? ¿Por los macroproyectos?
Hay una elemento que ERC ha acabado aceptando o asumiendo, que son las propuestas de Fomento por boca del PSC. No sé si les gustan, o no. Hace unos meses, decían que era inaceptable y lo han acabado aceptando. Son unos presupuestos, a pesar de que digan que son los más expansivos de la historia, que hay que rascar lo que hay detrás. Sí que hay más dinero que nunca, pero no solo es lo cuánto, sino el cómo. Vivimos en una situación de crisis, con unos cambios democráticos importantes, que han hecho que en ciertas etapas del ciclo educativo haya más estudiantes. Hay una parte de este gasto que es tendencial. Tú gastas más porque hay más necesidad, esto no quiere decir que hagas nuevas políticas. Hay otro elemento, que es que ha aumentado el coste de la vida, para la Generalitat también aumenta. Yo no diría que son los presupuestos que este país necesita.
Ustedes consideran que los actuales presupuestos no dan respuesta a las necesidades del país. ¿Pero no es mejor esto que unos presupuestos prorrogados?
La alternativa son unos presupuestos que sí que aborden el 25% de la atención primaria de Salud, que empiecen a recortar la transferencia de dinero público a manos privadas para fortalecer una sanidad 100% pública. La alternativa es fortalecer la escuela pública como mejor herramienta para combatir la segregación escolar. La alternativa es hacer plazas residenciales públicas y que no vayan a manos privadas… Son unas políticas que en el marco de la pandemia parecía que hubiéramos logrado, pero seguimos reproduciendo el mismo esquema de políticas que se han hecho durante los últimos 40 años.
¿La Generalitat esto lo puede asumir? Hay muchos ingresos que pertenecen al Estado…
Las competencias en Sanidad, en Educación y en el modelo residencial pertenecen a la Generalitat.
Pero hay partes de los ingresos que dependen del Estado…
Hay partes de los ingresos que sí, pero revertir las privatizaciones encubiertas es competencia de la Generalitat. ¿Que no lo hará un día por el otro? De acuerdo. Pero puede empezar a poner los elementos para que esto pase, y no lo hace.

¿Por qué desde un buen comienzo se negaron a negociar las cuentas?
No es que nos negáramos a negociar las cuentas. Hace mucho de tiempo que el Gobierno, a pesar de su retórica, según la cual el socio prioritario es la CUP, pacta con el PSC las principales políticas y los grandes acuerdos, como por ejemplo la CCMA, la sindicatura de Agravios y la de Cuentas y el acuerdo por el catalán que en realidad ha allanado el camino a la sentencia del 25%. Cuando Junts estaba en el Gobierno, era Junts, ERC y PSC. Con Junts fuera, sigue siendo este tripartito. Hay un tripartito, que es Junts, ERC y PSC. En los dos debates de política general que ha habido en esta legislatura, el Gobierno ha votado sistemáticamente en contra de las propuestas de la CUP. Por lo tanto, no es que nos negamos, es que hay un marco de juego que ha marcado el Gobierno y con unas prioridades políticas concretas que son las que ellos han ido aprobando. De hecho, ERC sí que ha votado propuestas del PSC, y no las de la CUP.
Pero con quién pactó primero para investir Aragonés fue la CUP…
Sí.
¿ERC ha cambiado de estrategia después de esto? ¿El punto y aparte fueron los presupuestos del año pasado?
Con los presupuestos del año pasado ya vimos cuáles eran las prioridades del Gobierno, que no eran las del acuerdo de investidura. Nosotros lo dijimos martes. No esperábamos que desplegara un programa revolucionario, sino unas políticas decididas que fueran uno sí a la vivienda pública, a los servicios públicos, en el territorio… No hemos encontrado esto. Ni en los primeros presupuestos, ni en los de ahora. La perversión es que llegaron a pactar cosas con los comunes que habían empezado a hablar con nosotros, como por ejemplo la internalización del 061, y a medio 2022 lo volvieron a licitar por cuatro años en Ferrovial.
¿Por qué cree que los comunes han apoyado en el presupuesto?
Esto lo tendrían que contestar los comunes. Yo he leído que aquí hay la Generalitat como una moneda de cambio con los presupuestos de Barcelona y los del Estado. Aquí hay un intercambio.
Si ERC no hubiera pactado y hablado con Fomento previamente, ¿ustedes habrían negociado los presupuestos?
Son hipótesis que son difíciles de valorar. Es evidente que se ha desplegado la propuesta del presidente de Fomento en los primeros 100 días de Gobierno, que era pacificar el conflicto, macroproyectos y sacar la CUP de la ecuación. Se saca la CUP de la ecuación en el momento que se impulsan una serie de políticas que son contrarias a aquello que la CUP plantea. Esta es la forma de expulsar la CUP.
¿Se sienten expulsados del eje central de la política catalana?
El eje central de la política catalana está en los trabajadores públicos movilizados, en la gente del territorio… Nosotros allá participamos.
¿No han perdido protagonismo respecto a los años del Proceso?
Creo que esto siempre es muy relativo. Seguimos pensando que las propuestas que hacemos son centrales, de sentido común y seguiremos trabajando en esto.

¿Cómo ve el futuro de la legislatura? ¿Es el retorno del tripartito?
Se utiliza el espantajo del tripartito desde Junts por intereses partidistas. El que es evidente es que es una legislatura que, en las expectativas de transformaciones profundas, de avanzar hacia el derecho a la autodeterminación, está fracasada. Nosotros seguiremos poniendo propuestas sobre la mesa sobre la transformación social, ecológica y para avanzar en el derecho a la autodeterminación, como hemos hecho siempre. En este marco, el Gobierno ha fracasado. Que Junts hable de tripartito cuando hace una semana pactaba con el PSC una ley propagandística sobre las ocupaciones… Ellos también forman parte de este acuerdo a varias partes.
¿Usted ve a Junts seguir pactando con el PSC durante la legislatura para debilitar a ERC?
Por supuesto. Creo que de retórica no se vive. Junts ha hecho esto durante toda la legislatura.
Desde la salida de Gobierno, ¿no?
Antes ya pactaban con el PSC resoluciones a favor de la ampliación del aeropuerto o de los Juegos Olímpicos de invierno.
¿Junts está volviendo a Convergència? ¿O siempre ha estado?
Siempre ha estado. Junts es esto.
¿No cree que en comparación en los años en los cuales lideraba el presidente Torra y los llamados independientes cambió en materia de política sectoriales?
No lo creo. Que Junts sea nítidamente independentista no invalida que en materia de políticas sectoriales no haya cambiado. Junts no ha cambiado en este marco.
¿Ve a Aragonés acabando la legislatura?
Veo que quiere acabarla. Veremos qué pasa. Habrá cálculos electorales, con las municipales y con las españolas, en diciembre.
¿No es complicado con 33 diputados?
Es evidente. Y más cuando se bunquerizan muy a menudo. Depende de él también decidir si el rumbo de legislatura es la pacificación del conflicto, el desarrollo de las políticas de la patronal, o si el rumbo de la legislatura es avanzar en el ejercicio del derecho a la autodeterminación y en las transformaciones sociales.

Hablaba de pacificación del conflicto. ¿El Acuerdo de Claridad es un intento de pacificación del conflicto?
El Acuerdo de Claridad no sabemos qué es. Es un lema fruto de una propuesta que existió en el Canadá y no del Quebec.
El presidente de ERC lo detalló. Era un referéndum en el cual se necesitaba un 55% de apoyo y un 50% de participación…
No sé si es el Acuerdo de Claridad. Es la propuesta de ERC para hacer un referéndum.
¿No han hablado con ustedes?
No.
¿Si los llaman querrán hablar?
Escucharemos qué propuesta tienen a hacer.
Y si les presentan la propuesta de ERC, ¿cuál será la respuesta?
Entendemos que para nosotros el debate no es si es un 55% o un 50%. Es en qué condiciones generamos y como las generamos para llegar a un nuevo referéndum de autodeterminación. Aquí es donde hay el debate y no se están produciendo las condiciones para llegar a este punto.
¿Ustedes consideran que el referéndum del Primero de Octubre no es vinculante o que hace falta un nuevo referéndum?
Nosotros nos presentamos a las elecciones poniendo sobre la mesa la necesidad de un nuevo referéndum. Ir es volver. Sin invalidar el Primero de Octubre, pero para poner en contradicción el Estado hace falta un nuevo referéndum. Esta propuesta la llevamos en el debate de política general, y ERC y Junts dijeron que no. Más allá de esto, no hay más propuesta.
¿Tendría que ser un referéndum unilateral?
Tenemos que trabajar para generar las condiciones para hacer un nuevo referéndum. No hemos creído nunca que el Estado acepte un referéndum, pero se tienen que generar unas condiciones internas y externas. En algún momento la comunidad internacional tendrá que intervenir. No se pueden depositar esperanzas en la posibilidad que el Estado por él mismo acepte un referéndum.
¿Cuándo tendría que ser este referéndum?
Marcábamos que tenía que ser en el marco de esta legislatura. Es evidente que han pasado dos años y las condiciones ni se han trabajado. No pondremos fecha. Decimos que tiene que ser cuanto antes mejor, pero para llegar se tienen que trabajar las condiciones. Esto pasa para ejercer soberanía, legislar en favor de todos aquellos derechos que sabemos que chocan con la voluntad más profunda del Estado de proteger los intereses de las élites… Entendemos que esta es la vía.
¿ERC no lo está haciendo?
Ni ERC ni Junts han hecho nada de todo esto.

Me hablaba de generar complicidades internacionales, ¿Junts no ha trabajado bien en el despliegue de las delegaciones al exterior para reivindicar la causa catalana?
Si aquí no generas ni legislas para que puedas confrontar el pilar del Estado, no generarás las condiciones aquí para avanzar. Hacen falta las complicidades internacionales, pero también en Cataluña hay que actuar en esta lógica. Defender y pactar los intereses de Fomento no es en ningún caso avanzar en la mejora de las condiciones.
En un hipotético caso que se celebrara nuevamente un referéndum y hubiera las condiciones, ¿qué tendría que pasar después? ¿Qué cambiaría respecto del Primero de Octubre para que saliera bien?
No hay una receta mágica. Es uno de los aprendizajes que tendríamos que tener. No hay una fórmula que diga ‘haces, esto, después aquello otro para hacer esto’. Hemos visto que no existe. Estamos planteando un proceso de ruptura con un Estado que tiene claro cuáles son sus pilares. La estrategia pasa por la movilización y por el tensionament de las instituciones. No habrá un momento de desconexión, habrá un momento de movilización sostenida en el cual la comunidad internacional tendrá que intervenir.
¿Cree que la ciudadanía está en condiciones y tiene la voluntad de llevar a cabo una movilización sostenida?
Creo que la movilización no ha parado. A pesar de la represión y la pandemia, no ha cortocircuitado. No ha provocado lo que el PSC quería. El movimiento independentista no ha acabado. Es cierto que hay un desaliento, y por eso hay que trabajar unas condiciones. La movilización no es nunca espontánea. Se construye y se organiza.
¿Podríamos hablar de motivar la ciudadanía?
La ciudadanía se motiva con hechos y propuestas. De legislar a favor de la mayoría y legislar derechos. Poner en el centro que el Procès y la voluntad de romper con el Estado es porque queremos lograr muchos más derechos que en el marco del Estado.
Lunes se dio a conocer las actualizaciones de las sentencias del Procès en el marco de la reforma del Código Penal. ¿Cómo las valora?
Celebramos que haya gente que haya salido beneficiada, pero se pone sobre la mesa que la derogación de la sedición tenía como añadido el endurecimiento de los delitos vinculados al derecho a la protesta. Quién ha salido perjudicada es la sociedad civil. No es casualidad que a Jordi Sànchez y Jordi Cuixart sí que se los condene en esta actualización por el delito de desórdenes públicos agraviados.
En cambio, se elimina la sedición. ¿No es un avance?
Ya dijimos que la derogación de la sedición nos parecía bien. El que no puede ser es que tenga una represalia. Al final se endurece los delitos vinculados a la movilización y a los movimientos populares. Un delito que se ha utilizado para muy pocas personas se elimina, pero se endurece un delito que se utiliza para muchas personas. Esto es un problema. Es el que hay que poner sobre la mesa. Hubo movimientos más allá del independentismo que lo denunciaron.
Este miércoles también se conoció el autor del ciberataque del 9-N. Más allá de pedir comparecencias de Sánchez y ministras, ¿qué acciones piensan hacer?
Lo estudiaremos. Hemos pedido la comparecencia de este señor en el Congreso de los Diputados. Fue el preludio de los diferentes ataques que hubo al Primero de Octubre.
¿Una acción penal sería una posibilidad?
Seria avanzarme y no soy una experta en el tema.
En cuanto a la comisión Pegasus, el Parlamento pidió la comparecencia del presidente español, Pedro Sánchez, pero se ha negado. ¿Qué les parece?
No dio respuesta en el Congreso ni en ninguna parte. No es ninguna sorpresa. Mi compañera Monserrat Vinyets estudiará varias vías. Es ella quien tiene más claro esto. Está claro que el Estado se niega a dar explicaciones de forma sistemática a las vulneraciones de derechos. Vemos como Marlaska ha estado incapaz de explicar incluso las muertes a Melilla.