«Usted tiene un gobierno en minoría y no tienen suficiente mayoría para aplicar su programa de Govern”. Este es el mantra que ha defendido el presidente del grupo parlamentario de ERC, Josep Maria Jové, nada más empezar su intervención de réplica al discurso del presidente Salvador Illa, en el debate de investidura que se ha retomado esta mañana. Jové tenía un papel muy difícil porque los veinte diputados que dirige invistieron a Illa como nuevo inquilino de la casa de los Canonges. Por primera vez, ERC abría la puerta del Palacio a una formación y un líder que hace años se divorciaron del soberanismo.
En este contexto, Jové, que su dialéctica particular no le permite mostrar agresividad más allá de ser impostada, ha tenido que hacer malabarismos y hacer como el gato de Schrödinger, es decir, ser oposición y ser socio de gobernabilidad a la vez. De hecho, Jové se ha impuesto un nuevo concepto hacer “de oposición responsable y ambiciosa”. Dos calificativos aparentemente contrarios a la idea que supone hacer de oposición. En esta línea, Jové ha exigido a Illa que cumpla los compromisos de la investidura con ERC y los Comunes, y se aleje de “subterfugios” con pactos de “sociovergencia o con la derecha y el fascismo” porque “son una mala idea”.

“Sin adelantos no hay legislatura”
De aquí que haya cargado contra Junts por sus críticas al acuerdo de los republicanos con los socialistas y no apuntarse al carro de manera entusiasta al proyecto de financiación singular. En todo caso, Jové ha reivindicado mantener el pacto de investidura con los Comunes y el PSC, como la única manera de garantizar la continuidad del Gobierno. “Es usted quien tiene que elegir, con quien quiere contar y con quien no”, ha señalado el líder parlamentario de ERC para recordarle que hace falta “cumplir con los pactos” porque “no basta con alargar la mano”. Al final, Jové ha remarcado la necesidad de mantener los acuerdos por parte de Illa para justificar el pacto y más en la batalla interna que vive su partido a raíz del congreso del 30 de noviembre.
Jové ha subrayado que “la ambición nacional” que espera de la legislatura no la ve en ninguna parte. Por eso, ha advertido que “sin adelantos nacionales y sociales en nuestra soberanía, la legislatura no tiene ningún sentido”. Además, ha apuntado de la influencia independentista en el ámbito institucional, es decir, mirando la mayoría que sustenta a Pedro Sánchez a la Moncloa, a pesar de que los partidos independentistas han perdido la mayoría en el Parlamento. Jové ha pedido la financiación singular, la defensa del catalán, y las mejoras sociales comprometidas y ha puesto en un punto del horizonte el referéndum sobre el futuro político de Cataluña. De hecho, Jové ha recomendado a Illa que “levante el tono” para defender a los catalanes y denunciar a los tribunales que no apliquen la ley de amnistía, o bien sus compañeros de partido como Emilio García Page, presidente de Castilla-La Mancha.
Illa ha calmado las aguas y ha dado un espaldarazo ERC y su influencia. “Si yo hubiera tenido 68 diputados no lo habría hecho igual”, ha argüido con habilidad el presidente. Como ejemplo, ha puesto la conserjería de Política Lingüística, que si bien tenía presente aplicar políticas de defensa del catalán, ha reconocido que no tenía presente darle esta relevancia. Por otro lado, ha generalizado la financiación singular como una necesidad de país y que “nadie se apunte medallas”. Sobre el referéndum, si bien Illa ha admitido la existencia del conflicto político, ha recordado a Jové que “aquello acordado es lo que se ha acordado”.