Nuevo movimiento en el postproceso político que vive Cataluña. Se trata de Nexe Nacional, un proyecto ideológico, mezcla entre movimiento y think tank, que busca «construir un nuevo nacionalismo catalán desde la izquierda». A través de un manifiesto, los impulsores del manifiesto quieren crear una entidad que «reivindique una catalanidad libre de los complejos heredados de una estrategia de rebaja de las posiciones políticas que le son propias en su tradición«. Un cambio de paradigma ideológico y de posicionamiento estratégico desde la izquierda que parte de la premisa de que la izquierda nacional catalana no es lo suficientemente contundente en sus expectativas ni reclamaciones. La presentación del manifiesto se llevará a cabo este viernes, con las caras que lo apoyan.
En el manifiesto difundido esta mañana, a través de la web oficial del movimiento, se defiende que «es necesario construir un nacionalismo catalán de autodefensa que pueda hacer frente a la amenaza existencial que supone la subyugación a España y a Francia y de respuesta ante el odio y la violencia ejercidas por el españolismo». La contundencia expresiva del documento de adhesiones se sintetiza en lo que llaman plantear los debates políticos y sociales desde un «prisma realista«. En este sentido, demanda plantear abiertamente debates sobre economía pero también de seguridad sin dejar el protagonismo a la extrema derecha. Un «nacionalismo» que entienda la «confrontación como una herramienta» y que habla sin rodeos de «Países Catalanes«.

«Nuevo ciclo» y «autodefensa»
«El país vive un período de emergencia nacional», esta es la premisa del manifiesto. Así mismo, alerta que «en todas partes de los Países Catalanes, la supervivencia de nuestro pueblo se encuentra en situación de amenaza existencial». En esta línea, apunta la «imposición y sustitución lingüística que promueven los estados español y francés, el progresivo debilitamiento y dilución de la identidad catalana y la progresiva erosión de los vínculos intracomunitarios que la definen y le han dotado de resiliencia durante los últimos siglos». También critica la falta «de un modelo socioeconómico y cultural» para «vertebrar el territorio, garantizar bienestar y empoderamiento del pueblo trabajador catalán y proyectar la nación hacia el futuro».
En definitiva, lamentan que no se disponga «de la soberanía ni de la capacidad política efectiva para poder hacerlos efectivos». Una coyuntura que asegura el documento que «se agrava y acentúa» a raíz del «fracaso del proceso independentista» que ha llevado a la «desmovilización social» y «desorientación política». De hecho, consideran que «el independentismo mayoritario de tipo liberal» ha resultado un fiasco por no entender el poder de los Estados y señala que la izquierda ha estado sumisa. «Demasiado a menudo, el independentismo de izquierdas se ha visto influido por esta visión y arrastrado por sus dinámicas en pro de la construcción de mayorías amplias para la causa de la liberación nacional«.
«Rearmamento ideológico»
Una de las vigas principales de Nexe Nacional es que «nace como un espacio de rearmamento ideológico, de pensamiento y de debate, libre de intereses y lógicas partidistas y electorales, que busca contribuir humildemente a un nuevo proceso de acumulación de fuerzas». Siguiendo este hilo, considera que acumular fuerzas no «solo es necesario, sino que es esencial». De aquí nace la voluntad de la iniciativa para «agrupar y conectar voces». El objetivo, pues, alimentar teoría y reflexión para llegar a la «praxis», a través de la recuperación y producción de «material formativo y argumentario para analizar el conflicto y el fenómeno nacional».
Entre las tareas incluyen «identificar y dotar de centralidad los debates fundamentales y necesarios para afrontar el nuevo ciclo» y la conexión de personas para «dotar de fuerza, para prestigiar el nacionalismo catalán de izquierdas, construyendo una nueva referencialidad a su alrededor». Este proyecto también prevé «socializar» el «discurso ideológico y la línea de acción estratégica, dentro y fuera del independentismo, identificando y creando ideas y propuestas de acción colectiva que faciliten la praxis civil y política». En conclusión, la idea es «construir una estrategia de autodefensa y de liberación nacional que permita superar el estancamiento y la confusión actuales y afrontar con garantías los retos nacionales actuales y los que han de venir».
La izquierda, la respuesta
El manifiesto subraya la necesidad de partir de «posiciones de la izquierda nacional» para «abordar los problemas de manera transversal». «Desde un catalanismo que reivindique y piense en clave de Países Catalanes como territorio y como espacio cultural y nacional irrenunciable, reconociendo su pluralidad de realidades y de espacios políticos, a pesar de los intentos del españolismo de fragmentarlos y de cierto catalanismo de obviarlos», argumenta.
Por todo esto, el movimiento quiere «incorporar un prisma realista de la política, operando y teniendo siempre presentes las relaciones y equilibrios de poder en todos los análisis y propuestas, aprendiendo de los errores del ciclo anterior». «Un nacionalismo que entienda el conflicto no como un mal a evitar, sino como herramienta de construcción nacional, y como la única vía para visibilizar, hacer evidente y combatir la dominación y opresión española sobre el pueblo catalán«, concluyen.

