Este 30 de septiembre se cumplen 20 años de la aprobación en el Parlamento del texto del Estatuto. Con motivo de este aniversario, el expresidente de la Generalitat y entonces jefe de la oposición, Artur Mas, ha revelado el veto del PSOE al entonces jefe del ejecutivo catalán, Pasqual Maragall, en las negociaciones para acordar la propuesta que después se votaría en la cámara catalana. En una entrevista a la ACN, el exlíder de CiU ha explicado que el partido español no consideraba a Maragall como un interlocutor válido y que con quien querían entenderse era con su formación, que entonces era la que tenía más diputados en el Parlamento.
Mas se presentó en la Moncloa el 23 de enero de 2006, cuatro meses después de que el Parlamento aprobara el Estatuto. Lo hizo para cerrar un acuerdo en una situación que él mismo considera «anómala». «A mí no me correspondía liderar ese pacto porque yo no era el presidente de la Generalitat. Podría haberlo sido, porque habíamos ganado las elecciones, pero se formó el tripartito. Y, por tanto, el presidente de la Generalitat era Pasqual Maragall», ha señalado. El entonces jefe de la oposición asegura que Maragall era plenamente consciente de que en Madrid no se le consideraba como un interlocutor válido: «Él sabía perfectamente que eso era así. Yo creo que no le gustaba, pero lo aceptó porque pretendía que el Estatuto, que era una obra también suya en buena parte, saliera adelante».
El precio a pagar por el acuerdo
Sobre este movimiento, el exlíder de CiU defiende que asumió el «coste político» y las «críticas» teniendo en cuenta las «reglas del juego» que había fijado el PSOE. «Hubo gente que se enfadó, hubo gente que quería más, y yo también, pero hacíamos una parte del camino. Nos quedábamos a la mitad del camino, pero hacíamos la mitad del camino», ha reivindicado, subrayando que la negociación del Estatuto en Madrid salió «razonablemente bien» aunque «no del todo bien».