El presidente al exilio, Carles Puigdemont, ha hecho el último parlamento al acto de conmemoración de la 1 de octubre. Puigdemont ha recordado que «el referéndum ha acontecido una referencia política por todas partes». En este sentido, él mismo ha asegurado que hay que continuar trabajando por la independencia de Cataluña y que, después del 1-O, hay que «tener los puntos cardinales claros». Es por eso, pues, que Puigdemont ha pedido a los ciudadanos que recuerden el 1 de octubre, puesto que ha explicado que no solo es una fecha a conmemorar sino que «tiene que ser el nervio que determine la acción política que construye nación, salva la lengua y que nos encamina al reconocimiento internacional».
Con un público entregado a la causa, el acto general de celebración del 1 de octubre ha arrancado con la presentación de Joel Joan y Carme Sansa. En un escenario sin esteladas, ambos presentadores han pedido al público que los echaran las banderas y han colocado dos en cada lado del atril del escenario. «Ya no estamos de acuerdo ni con la bandera», ha ironizado Joan, quien ha asegurado que «no conmemoramos una derrota sino que celebramos una victoria». Precisamente de victoria es el que ha hablado lo primero de los ponientes de la tarde. Sergi Perelló, secretario general de La Intersindical CSC, ha reconocido que las votaciones de ahora hace seis años fueron un acto de «radicalidad democrática sin precedentes a Europa». En este sentido, Perelló ha explicado que el referéndum «fue un golpe encima de la mesa» y ha añadido que «había la voluntad de autodeterminarnos».

Amnistía ligada con la independencia y sin discrepancias
También la presidenta de la ANC, Dolors Feliu ha querido lanzar un mensaje a los espectadores de este acto. «No se ha acabado, luchamos, ganamos, pero no hicimos la independencia», ha dicho Feliu, quien ha asegurado que aquel 1 de octubre nos enseñó que tenemos que estar en las calles: «Cada día será 1 de octubre hasta que no conseguimos la independencia«. En cuanto a la decisión política de poner la amnistía como condición para la investidura de Pedro Sánchez, la presidenta de la ANC se ha mostrado muy crítica con los partidos y ha dicho que «será una amnistía trampa, una trampa que servirá para blanquear el estado español». Así pues, Feliu ha asegurado que esta condición tiene que ir enjarje a una declaración de la independencia de Cataluña, puesto que si no es así, el gobierno español «conseguirá gobernar y se evitará la sentencia del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos».
La amnistía es una de las palabras que más ha resonado durante el acto, pero sobre todo se ha hablado de la unión del independentismo, un deseo que hoy por hoy parece no ser del todo cierto. «Le estamos regalando la victoria en el estado español por culpa de nuestras discrepancias», ha lamentado Xavier Antich, presidente de Òmnium Cultural. En este sentido, el presidente de la entidad ha remarcado que el 1 de octubre se celebra que «ganamos», pero que «todavía no tenemos la república catalana». Con todo, Antich también ha coincidido con Feliu al decir que la amnistía es necesaria, pero no el único que se tiene que pedir. Aun así, ha remarcado que si están luchando tanto por la amnistía es para «forzar en el estado a reconocer que votar no es delito».
