Las conversaciones entre Vox y PP para repartirse los asientos a la Mesa del Congreso no han fructificado y el grande damnificado ha sido el partido de ultraderecha, que ha quedado fuera. Las negociaciones no han llegado a buen puerto y la carencia de acuerdo con el PP que ha denunciado Vox ha provocado la salida del partido de Santiago Abascal del órgano de gobierno del Congreso. Así, pierden el asiento que en la pasada legislatura ocupó Ignacio Gil Lázaro, que fue uno de los vicepresidentes. De hecho, justamente hace cuatro años la carencia de acuerdo de PSOE y PP fue el que permitió que Vox entrara a la Mesa del Congreso. «Es la segunda vez en democracia que la tercera fuerza no está representada a la Mesa», ha criticado el partido de extrema derecha.
Este desacuerdo, además, ha quedado patente cuando la popular Cuca Gamarra, que era la competencia de Francina Armengol para ser presidenta de la cámara, ha obtenido solo 139 votos de los 171 con que contaba inicialmente. Esto se ha debido al hecho que el partido de ultraderecha ha votado a favor de su diputado y no de la candidata popular por la falta de acuerdo con el PP. La formación de Abascal ha votado el mismo candidato para la vicepresidencia, pero tampoco se han salido y han acabado totalmente excluidos.

Abascal exigió a Feijóo una vicepresidencia, pero no ha habido acuerdo
Pocas horas antes de la votación el líder de Vox, Santiago Abascal, exigió públicamente una vicepresidencia al PP porque no los dejaran fuera del órgano, pero no han conseguido un pacto con los populares y han sido expulsados. Así, la tercera fuerza más votada en las elecciones del 23-J no ha conseguido ni una sola silla mientras continúa el reparto de secretarías.