Un fuerte dispositivo de los disturbios de la policía española blinda las puertas de Ferraz para evitar disturbios en la séptima noche de protestas ante la sede socialista. Centenares de personas se están concentrando este viernes al atardecer por protestar contra la amnistía que los socialistas están pactando con Esquerra Republicana (ERC) y Junts per Catalunya. Los manifestantes continúan asistiendo cada noche a la protesta convocada por grupos afines en Vox y ondean banderas españolas y franquistas mientras gritan consignas contra el presidente en el exilio, Carles Puigdemont, y el presidente español en funciones, Pedro Sánchez. Las concentraciones han acabado varios días con disturbios, cargas policiales, heridos y detenidos, especialmente este jueves y el pasado martes. Este viernes los asistentes se están limitando, por ahora, a gritar «Puigdemont a prisión» y «Sánchez traidor».

Personas con la cara tapada y otros haciendo el saludo fascista con el brazo levantado durante la sexta noche consecutiva de concentraciones a las immediacions de la sede del PSOE a Madrid por las negociaciones de la amnistía con el independentismo catalán / ACN
Personas con la cara tapada y otros haciendo el saludo fascista con el brazo levantado durante la sexta noche consecutiva de concentraciones a las immediacions de la sede del PSOE a Madrid por las negociaciones de la amnistía con el independentismo catalán / ACN

Al menos 24 detenidos este jueves en una jornada muy tensa

Este jueves fue una noche especialmente tensa. Después del acuerdo entre PSOE y Junts que se anunció por la mañana, los grupos de ultraderecha se reunieron de nuevo a Ferraz, pero esta vez con un tono mucho más agresivo. El objetivo era expresar su rechazo al pacto y a la amnistía, pero acabaron mostrándose como lo que son, grupos neonazis nostálgicos de la dictadura franquista. A consecuencia de los disturbios, al menos 24 personas fueron detenidas al final de la concentración, cuando grupos de encapuchados tiraron petardos, bengalas y botellas de vidrio contra la línea policial hasta romper el cordón que custodia la sede socialista.

La tensión fue máxima hacia las diez y media de la noche, cuando los manifestantes echaron objetos contundentes contra los policías y los echaron las vallas que los separaban. Entonces empezaron las cargas policiales contra los concentrados, unas imágenes que ya se habían podido ver en otras jornadas de manifestaciones protagonizadas por gente haciendo saludos fascistas y proclamas neonazis.

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