El presidente español, Pedro Sánchez, ha apostado por “reforzar el autogobierno” de Cataluña como la mejor manera de poner fin al conflicto político catalán. Pocas horas antes de reunirse con Pere Aragonès en el Palau de la Generalitat, Sánchez ha dejado claro que el referéndum de autodeterminación no entra en los planes de su gobierno para esta legislatura. El presidente español ha reclamado al independentismo que se abra a buscar un “espacio común” con los socialistas donde se pueda llegar a nuevos acuerdos que impulsen el autogobierno catalán dentro del marco constitucional.
“El referéndum no tiene cabida en la Constitución y no resuelve el conflicto catalán”, ha dicho Sánchez en una entrevista en RAC1. “Hace falta una propuesta que incluya a todo el mundo”. El presidente español ha insistido que la relación con Aragonés es “fluida y cordial” y se ha mostrado convencido de que podrá llegar a acuerdos concretos que permitan reforzar el Estatuto de Autonomía recortado por el Tribunal Constitucional el 2010. El líder socialista ha explicado que hay muchos asuntos que se pueden tratar sin que ninguna de las partes renuncie a sus posiciones de máximos, como una nueva financiación y dotar de más competencias en la Generalitat.
Reunión con Pere Aragonès
Sánchez se reunirá este mediodía con Aragonés con la amnistía, el traspaso de Rodalies y el fin del déficit fiscal de Cataluña como principales carpetas sobre la mesa. La Generalitat quiere aprovechar el encuentro para que Aragonés recupere el protagonismo perdido durante las negociaciones de ERC y Junts para investir al líder socialista. Fuentes de Presidencia aseguran que la reunión va más allá de los formalismos y que la consideran de “trabajo” para avanzar en todas las reivindicaciones planteadas por el gobierno catalán después de las elecciones españolas. Aragonés también quiere convencer a Sánchez para que se abra a negociar un referéndum pactado como parte del acuerdo de claridad que ha impulsado en solitario en el último año.

Con la ley de amnistía ya encarrilada, la prioridad de Aragonés y de ERC es obtener avances tangibles en la carpeta económica para poderlos presentar como éxitos de su Gobierno en las próximas elecciones catalanas, que a lo sumo serán a principios de 2025. Aun así, tanto el gobierno español como el PSC ya han dejado claro que ni el traspaso de Rodalies ni el nuevo sistema de financiación serán negociaciones sencillas y que, igual que ha pasado con la condonación de la deuda, cualquier acuerdo que se firme con Cataluña se hará extensivo al resto de comunidades. Sánchez ha defendido que la relación bilateral con la Generalitat se produce en un contexto de “multilateralidad” de relaciones de la Moncloa con todas las regiones del estado.
La reunión con Puigdemont tendrá que esperar
Pedro Sánchez también ha restado trascendencia a la reunión que mantendrá con Carles Puigdemont y ha asegurado que tanto el encuentro con el presidente catalán en el exilio como la que hará con el presidente de ERC, Oriol Junqueras, serán después de la aprobación de la ley de amnistía. El presidente español ha explicado que la reunión con Puigdemont forma parte del “proceso de normalización” de las relaciones con Cataluña y ha negado que el giro del PSOE respecto al eurodiputado de Junts sea tan grave como denuncian el PP y Vox. “Puigdemont se presentó [a las elecciones] diciendo que no investiría aun presidente español y ha cambiado de postura”, ha espetado. “Las declaraciones se tienen que analizar en contextos concretos”.