Nuevo intento de Junts y el PSOE de desencallar las negociaciones para la investidura de Sánchez. Las dos formaciones han continuado las conversaciones para limar las diferencies respecto a la ley de amnistía. El acuerdo parecía cerrado hace solo 24 horas y al final no se pudo cerrar. A pesar de que algunas agencias de noticias aseguran que ha habido una reunió presencial entre Carles Puigdemont y el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, fuentes del partido niegan el encuentro y rebajan las conversaciones a simples contactos políticos. Las principales desavenencias siguen siendo “el alcance y las casuísticas” que se incluyen en el redactado de la norma, explican fuentes del partido, que también han asegurado que no hay prisa para cerrar un hipotético acuerdo.

“El problema está en cómo se acuerda la amnistía y el motivo por el cual se otorga”, precisan las fuentes consultadas por Europa Press, que después de la reunión entre Puigdemont y Cerdán ven más distantes las posturas. El presidente catalán en el exilio no está dispuesto a llegar a un acuerdo con el PSOE a cualquier precio y así se lo ha trasladado al número tres del partido. 

Pedro Sánchez i Santos Cerdán en el Congreso / Europa Press

El PSOE intenta desbloquear las conversaciones con Junts

Cerdán ha viajado esta misma mañana en la capital de Bélgica para intentar acercar posturas con Junts, que jueves citó a la cúpula del partido en un hotel de Bruselas para debatir el acuerdo con el PSOE. Hacía solo cuatro días que el número 3 de los socialistas había viajado a Bélgica para entrevistarse con el presidente catalán en el exilio. El puente aéreo Madrid-Bruselas refuerza todavía más el reconocimiento de Puigdemont como interlocutor para las negociaciones, que están prácticamente cerradas, pero que no se acaban de rematar por una cláusula de la ley de amnistía. Jaume Asens, negociador de Sumar con los de Puigdemont, ha confirmado que el acuerdo está cerrado al 95% y que solo hay “uno o dos” aspectos para definir.

Pero desde Junts consideran que son aspectos capitales. Tal como avanzó El Món, el punto de fricción es cómo abordar casos que consideran parte del lawfare del estado, como el de Laura Borràs —que el PSOE no está dispuesto a incluir en la amnistía—, y los que no cuelgan directamente del 1-O, como la Operación Volhov. Asens ha asegurado que Junts es consciente de que Borràs no puede entrar en la amnistía y que lo acepta, pero desde Junts insisten que el caso de la presidenta del partido está sobre la mesa. El asunto Borràs, que está condenada por falsedad documental y prevaricación, también genera debate dentro de la formación. “Si es amnistiada, puede volver a ser candidata”, avisan miembros del partido.

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