El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha acusado el estado español de «desamparar» a las víctimas de Pegasus y ha lamentado que casi un año después del Catalangate todavía quedan «muchas preguntas por responder» por la desidia del gobierno de Pedro Sánchez. Antes de entrar al encuentro con el comité del Parlamento Europeo que investiga el espionaje contra ciudadanos de la Unión Europea, Aragonés ha reclamado al estado español que explique quién ordenó el espionaje masivo al independentismo y ha pedido a los eurodiputados que lleguen «hasta el fondo» de la «guerra sucia» del caso Pegasus.
«Alguien tendría que pensar porque tenemos que comparecer ante una comisión del Parlamento Europeo y no del Congreso o el Senado», ha espetado Aragonés en una comparecencia ante los medios después de aterrizar a Madrid procedente de Chile, donde ha completado una gira por cuatro países del América del Sur. Aragonés, que comparece ante el comité europeo junto con la consejera de Acción Exterior, Meritxell Serret, y del alcaldable de ERC en Barcelona, Ernest Maragall, ha hecho un discurso similar ante los eurodiputados.

El mandatario catalán ha recordado que fue espiado con Pegasus a finales del 2019 y principios del 2020, cuando era vicepresidente de la Generalitat, y ha denunciado que el estado español ha tratado a los políticos y activistas independentistas como «delincuentes» y «ciudadanos de segunda». Aragonés ha recordado que Pegasus solo está a disposición de los estados y que está acreditada la compra del programa por parte de agencias españolas. «El uso de Pegasus para espiar adversarios políticos pone en cuestión la calidad democrática del estado español y es una muestra más de la represión contra el independentismo», ha insistido.
Polémica por la visita del comité que investiga Pegasus en plena moción de censura
Las entrevistas de Aragonés, Serret y Maragall con el comité del Parlamento Europeo que investiga Pegasus llegan al día siguiente que los eurodiputados se reunieran con miembros de la sociedad civil y con una delegación de la comisión del Parlamento de Cataluña que investiga el uso del software espía. El viaje del comité europeo ha estado rodeado de polémica porque de los dos días habrán estado en Madrid, uno era festivo y el otro coincide con la moción de censura de Vox.
La Moncloa ha defendido el perfil bajo del representante que han enviado a entrevistarse con los eurodiputados –un secretario de Estado– porque querían uno enviado «técnico» porque consideran que el caso Pegasus es una cuestión judicial y no política. El gobierno español cree que las explicaciones que dieron en la comisión de secretos oficiales del Congreso son suficientes para dar respuesta a un escándalo que ha minimizado desde el primer día e incluso ha cuestionado el rigor de la investigación de Citizen Lab.