El pleno del Ayuntamiento de Girona aprueba una moción contra la «imposición de los símbolos monárquicos» en la ciudad y a favor del derecho a decidir. El texto, presentado por el grupo municipal de Guanyem -la articulación de la izquierda independentista que ostenta la alcaldía-, sirve para denunciar la orden de un tribunal que obliga al gobierno de Lluc Salellas a volver a colgar un retrato de Felipe VI en el salón de plenos. El ejecutivo gerundense ha esquivado simbólicamente la obligación, con una efigie del monarca español hecha con un mosaico de fotos de la represión policial del 1 de Octubre. Durante el pleno, varios miembros de colectivos antimonárquicos han roto imágenes del jefe de Estado y las han dejado frente al concejal de Vox, Francisco Javier Domínguez, quien denunció al Ayuntamiento por el retrato.
La moción, que ha salido adelante con los votos de Junts, ERC y Guanyem, sostiene que la sentencia «representa un intento de imposición de un símbolo que representa una institución anacrónica y caduca, y que se encuentra en clara contradicción con los valores republicanos» que reivindica el consistorio. También reafirma el «carácter republicano de la ciudad de Girona», y redobla el compromiso de las formaciones mayoritarias con «el derecho a decidir del pueblo de Cataluña». El encargado de defender el texto ante el pleno ha sido el mismo Salellas, quien también ha alertado que el retrato del rey español es una solución «provisional» para evitar las consecuencias de la desobediencia a la judicatura. «Girona no ha dicho la última palabra sobre la monarquía, porque nos queda por delante el combate democrático para ejercer la autodeterminación y ganar la república catalana», ha sentenciado.
Los socios de gobierno de Guanyem también han puesto en la mira a la derecha españolista en la ciudad. El teniente de alcaldía Quim Ayats, de Esquerra Republicana de Catalunya, ha atacado a Vox por «dedicar esfuerzos a rendir homenaje a una institución arcaica y caduca»; y ha recordado que «los gerundenses no reconocemos ninguna monarquía con las manos manchadas». «Girona será una ciudad republicana, democrática, libre y catalana», ha insistido. Por su parte, la vicealcaldesa Gemma Geis, de Junts per Catalunya, ha explicado su apoyo a la moción, pero también ha criticado al gobierno municipal por no haber «agotado la vía judicial», para evitar colgar el retrato. «Nosotros retiramos el retrato del rey, lo declaramos persona non grata y promovimos que la Fundación Princesa de Girona no hiciera actos en espacios municipales», ha recordado.

«Rabieta» del españolismo
El concejal de Vox que denunció al Ayuntamiento, Francisco Javier Domínguez, ha asegurado que homenajear al monarca es «una obligación legal». «El pleno de Girona no está por encima de la constitución ni de las leyes. Las sentencias son de obligado cumplimiento para todos», ha insistido. Por su parte, el concejal del PP, Jaume Veray, ha calificado de «rabieta» la respuesta del independentismo, que ha utilizado argumentos tradicionales de la derecha españolista contra la izquierda nacional. «El republicanismo que defiende Guanyem es cercano al bolivariano de Venezuela o de la China Popular», ha mezclado el conservador. Finalmente, el concejal del PSC, Maxi Fuentes, ha restado valor a la moción: «Nos encontramos ante un ejercicio de política espectáculo: mientras la ciudad sufre numerosos problemas y no parece que haya un rumbo claro ni un proyecto alentador, el grupo principal del gobierno nos trae esta moción al pleno», ha criticado; anunciando que los socialistas «no entrarán en un debate estéril, que responde al interés legítimo de Guanyem de contentar a sus bases».