Convocados por la Asamblea Nacional Catalana (ANC), cientos de personas se han concentrado esta tarde en la plaza de Sant Jaume para dirigirse hacia el Liceu en protesta por la presencia de Felipe de Borbón. Con el lema “Cataluña no tiene rey”, alrededor de las seis los concentrados han comenzado a caminar por la calle de Ferran hasta que se han encontrado con el cordón de la brigada móvil de los Mossos d’Esquadra, que les ha impedido el paso y les han obligado a llegar a la Rambla por la calle de la Boqueria. Una vez allí, y después de gritos contra la policía, las unidades antidisturbios han sellado la emblemática calle de Barcelona para que la protesta no pudiera dirigirse hasta el Gran Teatre del Liceu, donde se prevé que esta tarde asista el jefe de estado español.

Diversas unidades de los Mossos d’Esquadra vigilan todo el entorno. Sobre todo por unidades del ARRO y de la BRIMO, es decir, con agentes especializados en orden público. La manifestación, que se acompaña con vistosas y grandes banderas esteladas, así como el símbolo de la Corona Española tachada, ha provocado la curiosidad de los cientos de turistas, que se acercan a ver la protesta y a retratar a sus protagonistas. Entre los asistentes a la llamada de la ANC, también está el diputado de la CUP Dani Cornellà y los diputados de Junts Salvador Vergés y Francesc de Dalmases. El presidente de la ACN, Lluís Llach, también está presente.

Los manifestantes se han concentrado primero en la plaza de Sant Jaume / QS

Gran despliegue policial

De momento, la manifestación transcurre sin incidentes y solo con silbidos y gritos contra la monarquía y contra la policía, a quienes se dirigen con proclamas habituales como “fuera las fuerzas de ocupación”. Los participantes de la manifestación se han quedado parados por el despliegue policial que hay en las azoteas del Liceu, con agentes que protegen el edificio con armas automáticas. Los manifestantes también han tenido un recuerdo para Pablo Hasél desplegando una gran pancarta con su imagen.

Agentes con armas en la azotea del Liceu por la visita de Felipe de Borbón / Quico Sallés

La concentración, que transcurre sin incidentes, ha provocado que aún se haya complicado más el tráfico de la zona, que se encuentra en obras desde hace meses.

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