La exsecretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, está un poco más cerca de tener que comparecer de nuevo en la comisión de investigación del Congreso sobre la operación Catalunya. Según ha avanzado RAC1 y han confirmado a la Agencia Catalana de Noticias fuentes socialistas, el PSOE apoyará la petición de ERC y Junts para que la exministra popular tenga que volver a comparecer para dar explicaciones sobre los audios del excomisario Villarejo en los que se acredita su participación en la operación Catalunya y también se apunta que el entonces presidente español, Mariano Rajoy, estaba al tanto de la trama de las cloacas del Estado. Los socialistas también se plantean apoyar la petición de los independentistas para que la Mesa de la comisión lleve los audios y los testimonios a la fiscalía.

La formación de Pedro Sánchez justifica su decisión porque “no se pueden asumir como normales” los audios filtrados por el excomisario, muchos de los cuales ya los había adelantado El Món, y considera que los documentos podrían confirmar que Cospedal podría haber cometido un delito de falso testimonio durante su primera comparecencia en el Congreso. La exsecretaria general del PP calificó de “ficción” la existencia de una policía patriótica y una operación Catalunya para perjudicar al independentismo y puso en duda la veracidad de los audios. “Yo confío más en mi memoria que en lo que diga un medio de comunicación o en las transcripciones de una conversación que no sé si ha sido manipulada”, dijo Cospedal. “No tengo por qué aceptarlo si no hay una custodia de esa grabación”.

Dolores de Cospedal, en un moment de la seva compareixença/Congreso
Dolores de Cospedal, en un momento de su comparecencia/Congreso

Fuentes socialistas aseguran que los audios de Villarejo demuestran que la corrupción del PP “no solo era sistémica y generalizada”, sino que “también estaba normalizada” en las altas esferas del partido. “Solo quienes tienen la corrupción y las irregularidades como algo normal pueden pensar en montar una trama corrupta para tapar otra trama de corrupción”, sostienen. Por eso el PSOE avisa a los dirigentes populares que “todos y cada uno de ellos” tendrán que “dar las explicaciones que sean necesarias para dirimir las responsabilidades políticas y judiciales” que se puedan derivar de la investigación.

¿La operación Catalunya, hacia los juzgados?

En este contexto de presión creciente contra el PSOE, en Ferraz ya se plantean sumarse a la petición de Junts y ERC para que la Mesa de la comisión lleve los audios y los testimonios a la fiscalía. Los partidos independentistas han acusado a Cospedal de “mentir” durante su comparecencia en el Congreso y quieren que se trasladen a la Fiscalía los audios, así como las “falsedades” y los “indicios de criminalidad” que se desprenden de las comparecencias del expresidente Mariano Rajoy, el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz, la misma Cospedal y la exlíder del PP en Catalunya, Alícia Sánchez-Camacho, que siempre han negado cualquier implicación en la operación Catalunya.

Alícia Sánchez Camacho, en un moment de la seva intervenció/Congreso
Alícia Sánchez Camacho, en un momento de su intervención/Congreso

Los partidos independentistas consideran que tanto Cospedal como Sánchez-Camacho, que han comparecido esta semana, “dieron respuestas manifiestamente falsas” y recuerdan que hace tres años que varios medios, entre ellos El Món, han hecho públicos numerosos audios que “demuestran la participación activa de todos ellos” en la operación Catalunya. “En particular, estas grabaciones revelarían conversaciones entre la señora Cospedal y el excomisario José Manuel Villarejo, en las cuales se discuten estrategias para obtener información comprometida contra líderes independentistas catalanes como Artur Mas y Oriol Junqueras así como varios representantes del mundo económico y social catalán”, recuerdan. Y también “se revelan detalles sobre el posible conocimiento por parte del entonces presidente del gobierno Mariano Rajoy, no solo de la misma trama contra el independentismo, sino también de la denominada operación Kitchen destinada a sustraer pruebas de manera irregular al extesorero del Partido Popular que podrían incriminar al partido”.

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