El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha dirigido duras críticas contra el gobierno español por la carencia de ejecución de las inversiones planificadas en Cataluña. Según ha publicado este lunes el diario Ahora, el informe de la Intervención General de la Administración del Estado para el primer trimestre del 2023 –que Moncloa no había hecho público– demuestra que las administraciones españolas solo han ejecutado durante los primeros seis meses del curso pasado un 16% de los proyectos comprometidos con Cataluña. Para Aragonés, esta cifra es una «presa de pelo», hecho que explica que el ejecutivo español lo esconda.
En palabras de Aragonés, la ejecución presupuestaria de las inversiones estatales en Cataluña es «una vergüenza». En una piada publicada a su cuenta de X –antiguo Twitter– el jefe del ejecutivo catalán ha calificado las cifras de «irrisorias», hecho que confirma el «desprecio a todos los catalanes» por parte de las instituciones españolas. «Es una presa de pelo crónica», reitera el presidente, recordando la necesidad de «acabar con el déficit fiscal» histórico que el país arrastra. El agravio se hace todavía más sangriento si se observa la ejecución en otros territorios, históricamente beneficiados por la eficiencia de las administraciones españolas. Es el caso de la Comunidad de Madrid, según ha hecho público el mismo mediano, triplica la ejecución catalana –hay que recordar que, en otros cursos, la región de la capital del Estado había llegado incluso a superar el 100% de ejecución–.
Más de 20.000 millones
La resistencia contra el déficit fiscal con el Estado español ha marcado también la elaboración de la ley de los presupuestos de la Generalitat para el 2024. Cómo recuerda el documento presentado la pasada semana por la consejera de Economía Natàlia Mas, entre el 1986 y el 2021 las administraciones españolas acumularon un agujero fiscal con Cataluña próximo a los 22.000 millones de euros, más del 9,6% del PIB del país. Entre las soluciones, Economía subraya la necesidad de un modelo singular de financiación; así como una escalada de las inversiones en Cataluña que las ponga al nivel de la aportación al PIB del Estado.