Claudia Martínez ha sido una de las últimas expulsadas de
Ahora que vuelve a estar en casa, la de Barcelona ha publicado un par de videos en su perfil de TikTok que han llamado mucho la atención. Y es que, en ellos, saca a la luz qué diagnóstico ha recibido del equipo médico y, además, relata cómo vivían realmente en esta isla desierta. ¿Es la supervivencia tan dura como parece o les ayudan más de lo que reconocen?
¿Uno de los detalles más extraños? Que diga que se quitan los pelos de las cejas y del bigote con alicates: «Mario me dijo un día que tenía un pelo enquistado en el culo. Intenté sacárselo, pero no podía. El descubrimiento de la vida fue ver que con alicates sí que podíamos. A partir de entonces, todos y todas usamos esta herramienta para sacarnos los pelos». Por otra banda, también resulta curioso que diga que se ponía crema solar en el pelo para intentar salvarlos. Por culpa del sol y del agua salada, notaba que tenía la cabellera totalmente seca. Con este truco, consiguió mantenerlos «medianamente hidratados».
Muchos se preguntan también cómo funciona el día a día de los concursantes. En cuanto a esto, la chica ha confirmado que no tienen ducha y tampoco reloj. Es por eso que llega un punto en que se guían por el sol para acabar sabiendo qué hora debe ser. ¿Y cómo saben qué tiempo hará al día siguiente? Claudia explica que llegó un punto en el que identificaban los cambios de comportamiento que tenían algunos de los animales de la isla, como cuando una especie de cangrejo en concreto siempre salía horas antes de que empezara a llover.

Claudia Martínez confirma que tiene un problema digestivo
Desde que se supo que era la expulsada, que algunas personas han puesto en entredicho que realmente la chica estuviera tan enferma como decía. ¿Formaba parte de una estrategia para que la echaran y poder volver a casa? Esta hipótesis la tiene indignada, ya que repite una y otra vez que ha sufrido mucho por culpa de los problemas intestinales.

El médico le ha hecho una prueba para descubrir si se había contagiado con alguna bacteria y, efectivamente, ha enseñado los papeles que dicen que sí: «He pasado noches horribles desde el día en el que me hicieron el test de embarazo. Yo tenía muchas ganas de vomitar y un dolor horrible al estómago, incluso llegué a delirar«. Ahora está mejor porque ha estado comiendo mejor estas últimas semanas y también ayuda que le han puesto en tratamiento.