La Revuelta ha sido la revolución del entretenimiento televisivo esta temporada. El programa presentado por David Broncano es todo un éxito y las audiencias avalan la buena acogida del programa en la cadena pública. No solo se trata de un espacio donde los colaboradores pueden hacer bromas y hablar de temas de interés general, sino que permite a los espectadores conocer a personajes desconocidos y descubrir los detalles más jugosos de la vida de muchos famosos.
Esta temporada en TVE también se ha encontrado con un problema. Cada día la cadena emite el programa diario de Loterías, que coincide en la misma franja horaria que la emisión de La Revuelta. Lo que en un principio podría parecer un inconveniente, Jorge Ponce y su equipo han sido capaces de convertirlo en una virtud. Estas son algunas de las desconexiones más hilarantes y los gags más divertidos del espacio de Loterías en el programa de Broncano.
Los inicios de esta tradición con los chistes como punto de unión
El comunicador y humorista Jorge Ponce es el encargado de estas desconexiones para poder ver los resultados de los sorteos de Loterías. La combinación entre los dos programas comenzó con un poco de reproches sobre “qué programa interrumpía al otro”. Las primeras semanas se ponía una cuenta atrás durante la emisión de este microespacio, pero rápidamente se dieron cuenta de que esto no funcionaba. Para intentar no perder la audiencia, Jorge Ponce y su equipo decidieron lanzar un chiste en directo y dar la respuesta durante el espacio de los sorteos.
La infiltración de Jorge Ponce en el sorteo
Otro de los momentos destacados de esta colaboración fue el momento en que Ponce se infiltró en el sorteo. Entre Blanca Benlloch y él, dieron los resultados en un cameo bastante divertido. El humorista incluso pudo decir los números ganadores.

Una rifa de cinco euros entre el equipo del programa
Jorge Ponce se las sabe todas para conseguir que la audiencia se quede a ver las ideas disparatadas que piensa. En esta ocasión, se inventó un sorteo de cinco euros entre el equipo de La Revuelta. Empezó a contar para hacer el sorteo y a pesar de la buena intención, el gag terminó con una pelea entre Armando y él.
Un día Armando le suelta una a Ponce. El equipo más unido de la televisión. #LaRevuelta pic.twitter.com/RpYgwYclFC
— La Revuelta (@LaRevuelta_TVE) January 15, 2025
También se pueden rifar tortas
El pasado 17 de enero, La Revuelta se emitió más tarde por la emisión de un partido de fútbol y como el espacio de Loterías se emitió en su horario habitual, el equipo de Jorge Ponce quiso mantener su tradición. “El resultado de la Bonoloto ya se ha dado antes del programa y la gente ya sabe si es rica o no. Pero el espectador es de costumbres y como cada día damos paso, si hoy no lo hacemos, la gente se quedará desorientada. Ayer hicimos un sorteo de cinco euros y hoy haremos una rifa. Hoy se rifa una torta”.
De hecho, la torta venía de Armando, un operador de cámara del programa que participa habitualmente en estos gags. La rifa terminó siendo un premio envenenado para Ponce, que fue el receptor del golpe en una conexión en directo con Blanca Benlloch, la presentadora del espacio.

La simbiosis con La Revuelta es un éxito
Esta misma semana hemos visto otro de los gags hilarantes de Ponce y su equipo. Al mismo tiempo que Benlloch iba dando los resultados, Jorge Ponce bajaba a los camerinos para “reñir” a los trabajadores de su equipo para saber quién le había escondido los zapatos a Agustín. En la escena se encontraba el hombre mágico que envía a los niños a dormir jugando a las cartas y tomando un tentempié con otras personas del equipo. Hay que verlo para creer que sea real.
Jorge Ponce, cada día más cerca de ser Michael Scott #LaRevuelta pic.twitter.com/T6wCWYZrf9
— La Revuelta (@LaRevuelta_TVE) January 20, 2025
Esta técnica ha logrado el efecto esperado, que los espectadores de La Revuelta se queden a ver el pequeño espacio que ocupa Loterías para saber qué trama Jorge Ponce. De esta manera, la cadena se asegura de que la audiencia no se marche a otras cadenas. Una manera de convertir lo que podría ser un inconveniente, en una virtud.