Frank Cuesta se encuentra en una situación complicada. Las últimas semanas han estado marcadas por la detención que sufrió en su santuario en Tailandia tras una denuncia anónima por la supuesta posesión de unos animales protegidos. No era la primera vez que hacía partícipes a sus seguidores de la difícil situación que vive. Era consciente de que tenía problemas legales y que su vida en el país podía cambiar de un día para otro. Ahora, a través de su canal de YouTube, el cual ha usado los últimos años para compartir la vida de este espacio natural, ha anunciado que se despide temporalmente de las redes.
«Es uno de los vídeos más duros que he hecho y que haré en mi vida. Siempre digo que estoy bien, pero no lo estoy. Anímicamente, no estoy bien, estoy fastidiado», comienza explicando en el vídeo de más de 20 minutos. Visiblemente afectado por la situación, Frank Cuesta revela que la decisión no la toma únicamente por él, sino también por su pareja Paloma y sus hijos. De hecho, explica que hace unos días vivió un incidente muy desagradable que dejó a sus hijos preocupados. «Tu padre acabará en la cárcel o será deportado como un perro», le dijeron a uno de sus hijos. «Tengo que dar un paso atrás. No porque quiera o porque sea necesario, sino porque no estoy donde debo estar ahora mismo, ni en mi mente ni en ilusión, ni en motivación», confiesa.
Una situación muy complicada para la familia
Su pareja ha abierto un canal de YouTube, poniéndose al frente de la difusión de lo que ocurre en el santuario, pero también su hijo Zape se ha estrenado en la plataforma. Aun así, la decisión no ha sido nada fácil y además es consciente de que en algún momento tendrá que abandonar Tailandia. «No soy una mala persona ni he sido malo en el sentido de dinero o de ayuda, pero se ha convertido en una situación sumamente fea que, probablemente, como dijeron a mis hijos, termine deportado o tirado en la cárcel como un perro», ha expuesto, dejando claro que dejará de estar «de cara al público». «Yo lo que quiero es intentar limpiar todo esto y cuando pueda o me envíen fuera, salir de aquí», ha revelado.

El futuro del santuario
Aunque él abandone las redes, el trabajo dentro del santuario continuará activo. «No lo estoy perdiendo todo, no pierdo nada. Este santuario está aquí y es de mis hijos y de Paloma. Esto ya es de ellos. Lo cuidarán, tendrán cuidado de esto y seguro que les irá bien», ha declarado en el vídeo. Toda esta situación tan complicada se suma a su tratamiento contra el cáncer que padece desde hace unos años. En vídeos anteriores había mostrado las secuelas del tratamiento, para tranquilizar a sus seguidores. Sea como sea, ahora su decisión es pasar a un segundo plano para intentar ayudar a su familia en momentos muy difíciles.