Chenoa habla de su vida privada y reflexiona sobre el pasado en Mallorca

Chenoa está inmersa en una gira veraniega que compagina con mil y un proyectos más. La cantante no se ha parado ni un segundo desde que acabara su experiencia como presentadora de la nueva versión de Operación Triunfo, ya que la vemos en Tu cara me suena, en la radio y también de concierto en concierto. La mallorquina ha concedido una entrevista a El suplement d’estiu de Catalunya Ràdio en la que ha reconocido que le encanta trabajar y que, de hecho, tiene un punto de adicción al trabajo.

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Como otros muchos artistas, aprovechan el verano para acercarse al público de vacaciones que más ganas tiene de desconectar y pasárselo bien. Ella se deja algún día libre, pero acostumbra a hacer pocos viajes de placer en esta época del año: «Pasan tres días y ya estoy gritando por la oficina a ver qué hacemos. Es difícil hacer vacaciones en verano… Además, que me gusta mucho lo que hago y tengo trabajos muy diferentes. De primeras no digo que no a ningún proyecto porque soy curiosa y quiero ver si funciona«.

Esto hace que tenga poco tiempo para su vida personal. En esta conversación dice que le encantaría tener un perro, pero no puede porque no tendría tiempo de cuidarlo. También ha hecho gracia que reconozca que se le mueren las plantas porque pasa días sin regarlas. Hace poco tiempo, la cantante confirmaba que se había divorciado de su marido y las revistas se llenaron de titulares escandalosos sobre los posibles motivos detrás de esta ruptura.

¿Qué opina al respecto? Deja claro que «no entiende» por qué interesa su vida personal: «Es muy extraño… A mí me pasan cosas que pasan a todo el mundo, pero hacen que parezca que solo me ha pasado a mí». Chenoa afirma que ahora gestiona mejor esta presión de la prensa, ya que en un principio no sabía qué hacer: «No sabía si salir a hablar o si exiliarme a Kuala Lumpur. He tenido que hacer una lucha muy larga para adoptar otra filosofía, la de restar importancia a todo esto. Las relaciones a veces van bien y, otras, no. Pero no pasa nada y no somos tan importantes».

El trabajo la fuerza a vivir en Madrid, ya que es allí donde tiene más proyectos. Sin embargo, no olvida sus raíces mallorquinas: «Si buscas la Chenoa más personal, tienes que ir a Mallorca porque es allí donde he crecido y si paseo por allí tengo recuerdos de cuando era pequeña y esto no me lo da otra ciudad». Dice que se siente «muy a gusto» en la capital española porque tiene casa, pero siempre lleva la isla en el corazón: «Tengo el pensamiento constante de que soy mallorquina y también veo casa cuando abro la nevera».

¿Por qué Laura decidió crearse el nombre artístico de Chenoa?

Ella se llama Laura, en realidad, pero decidió inventarse un nombre artístico cuando empezaba en la música para poder discernir entre las dos personalidades: «Chenoa sale de un intento de hacer una disociación entre persona y artista cuando tenía 16 años. Creé una banda y escogí este nombre artístico por una amiga de mi madre, que era de India. Yo era muy morenita y le quité el nombre». Solo la familia y los amigos más próximos le llaman así, hasta el punto que asegura que no se gira si va por la calle y alguien grita «Laura».

Chenoa se hizo famosa hace 23 años, cuando quedó en cuarta posición a la primera edición de Operación Triunfo. En aquel momento, mucha gente la criticó por tener un carácter demasiado fuerte. Ahora que han pasado unos cuantos años, ha llegado a la conclusión de que las mujeres con carácter no se entendían: «Eran los 2000, no había Me too ni nada de esto. Si contestaban a un chico, automáticamente eres prepotente o una chunga«. ¿Y cómo es que ella mantenía vivo este carácter fuerte? Cree que es porque tuvo que sobrevivir a una industria complicada para las mujeres desde muy joven: «En aquel momento, ya hacía 10 años que me dedicaba a la música. Quizás estuve algo más a la defensiva de lo que tocaba, pero la vida te hace así».

Considera que ha tenido que pagar un precio por culpa de este carácter, ya que mucha gente no se ha hecho fan de ella por este motivo. Ahora bien, esto no le preocupa nada: «Me da igual. No he hecho daño a nadie y estoy muy agradecida porque este carácter ha hecho que me sienta respetada».