Carlos Latre se ha sincerado en el
Uno de los aspectos que más le ha costado gestionar ha sido la alta capacidad intelectual que tiene, la que puede ser muy buena y la que también puede generar mucho estrés y problemas: «Yo llegaba a una estación de tren y te podía decir millones de datos, entraba como en un tipo de cortocircuito. Me ha torturado muchísimo la capacidad de obtener información sobre todo el que pasa a mi alrededor… He necesitado ayuda psicológica y lo digo abiertamente. Estoy en un constante aprendizaje y eso es una tortura«.

El humorista Carlos Latre confiesa que vive en una lucha constante consigo mismo
No ayuda, tampoco, que sea extremadamente exigente consigo mismo: «Estoy en una lucha constante conmigo mismo, una lucha enfocada a querer ser mejor, a ser la mejor versión de mí mismo, mi peor enemigo soy yo… Es una tortura, muchas veces, que ahora tengo casi controlada. Me digo a mí mismo que podría hacerlo mejor. Es muy difícil tener al lado personas como nosotros porque todo lo que hago lo veo mal».
Por otra banda, también ha confesado haber tenido complejo de gordo toda la vida: «Lo he tenido siempre, este complejo, toda mi vida. Incluso cuando he estado más delgado, también he tenido un complejo muy grande. Hay veces que me gusto muchísimo, pero cuando no me gusto bajo a los infiernos porque no me gusto nada«.
Carlos Latre reflexiona sobre las relaciones largas y el paso del tiempo
Carlos Latre estuvo separado de la mujer durante dos años, una crisis matrimonial que le ha enseñado a aprender que en la vida hay diferentes fases: «La vida, cada siete años, hace un
Otra reflexión que ha querido compartir tiene que ver con el paso del tiempo, pero visto desde otra manera. Y es que cree que la gente, en general, pierde mucho el tiempo y a él también le ha pasado: «Yo he perdido el tiempo al intentar quedar bien, en no saber decir que no, en no dedicarme a lo que realmente me tenía que dedicar, al perder el tiempo con personas que han sido absolutamente nocivas y que no me han enseñado nada, en no dar tiempo a gente que es de verdad… Pero de todo esto te das cuenta cuando haces los 40 años. Ojalá lo hubiera visto a los 20 años porque mucha púrria estaría fuera».