Sofia de Grecia lo ha pasado peor de lo que la gente cree por culpa de las infidelidades de Juan Carlos de Borbón. La reina emérita ha aguantado lo que nadie habría hecho, después de tantos años de infidelidades y humillaciones públicas. Ella, sin embargo, siempre ha mantenido la sonrisa cuando ha aparecido en público e, incluso, sigue haciendo ver que no pasa nada cuando la obligan a acompañarlo a algún lugar. Afortunadamente para ella, desde que se fue a Abu Dhabi estos encuentros se han reducido drásticamente y no necesita disimular tantas veces.

Casi nadie entiende por qué no se han llegado a divorciar, ahora que todos saben que llevan vidas separadas desde hace más de 40 años. Pilar Eyre ha hablado sobre este tema, precisamente, en la columna de Lecturas de esta semana. ¿Y qué ha dicho? Básicamente, ha revelado detalles del final de este matrimonio y de los pensamientos más oscuros que ha llegado a tener la aristócrata griega. Por ejemplo, confirma que «la intimidad conyugal» -o dicho de otra manera, las relaciones sexuales- entre ellos terminaron tan pronto como nació Felipe. Ya tenían el heredero que querían, ¿por qué seguir fingiendo que se sentían atraídos el uno por el otro?

Explica la periodista que Juan Carlos dejó de ver atractiva a su esposa y ella se puso de lo más contenta cuando comprobó que no volverían a ir a la cama juntos porque, así, podía evitarse las exigencias «desmesuradas» de su marido. ¿El día que separaron sus camas? El año 1976, cuando Sofía habría descubierto a Juan Carlos en medio de un acto sexual con la amante. En aquella ocasión, se trataba de una aristócrata sevillana, pero sabía que había muchas más.

Joan Carles negociava els reportatges de Bárbara Rey quan eren amants - Europa Press
Juan Carlos ha tenido una lista interminable de amantes | Europa Press

¿Cómo eran las discusiones de Sofía y Juan Carlos?

Ella quiso separarse, esto se ha dicho muchas veces, pero su madre la habría convencido para no hacerlo. A cambio, sin embargo, Sofía obligó a Juan Carlos a alojarse al otro lado de la Zarzuela y le pidió que lo hiciera todo con discreción y que no llevara a ninguna amiga especial a casa. Al parecer, Juan Carlos nunca cumplió porque no disimulaba nada. De hecho, explica Pilar Eyre que siempre que viajaba lo hacía en compañía de alguna de estas amantes.

¿Y Sofía no decía nada frente a todo esto? ¿Simplemente aguantaba estoicamente? La periodista catalana asegura que la emérita ha sufrido mucho más de lo que la gente cree: «No debemos pensar que Sofía no sufría, ya que muchos conocemos las grandes peleas que tuvo el matrimonio. Por ejemplo, una persona del servicio del palacio de Pedralbes me contó que durante los Juegos Olímpicos de Barcelona se oían sus gritos desde la Diagonal cuando Juan Carlos llegaba a casa de madrugada». Hace gracia que haya averiguado que discutían en inglés, pero que los insultos que se oían eran «en un castellano muy castizo«.

La emérita, mucho más triste y hundida estos últimos meses

En los últimos meses, sin embargo, la actitud de Sofía ha cambiado. Ella que siempre había hecho ver que todo esto no le afectaba, ha acabado hundiéndose a raíz de la publicación de las fotos y audios de Juan Carlos con Bárbara Rey. En la revista, Pilar Eyre afirma que la aparente firmeza de Sofía se ha roto este último año porque las declaraciones de la vedette «la han hundido en la miseria» y no ha podido evitar estar «profundamente triste y avergonzada«. La emérita, que sería una consumidora de la televisión y las revistas, habría dejado este hábito de lado para no descubrir ningún detalle más de la aventura que tuvo su marido en su momento.

Per què Sofia de Grècia parla un castellà tan dolent_ - Europa Press
Sofia de Grecia ha sufrido más de lo que la gente cree por culpa de las infidelidades del marido | Europa Press

A sus 86 años, la edad pesa y también todo lo que ha tenido que soportar a lo largo de su matrimonio. Juan Carlos de Borbón, mientras tanto, sigue muy feliz en Abu Dhabi con los amigos y las fiestas que le organizan sus hijas. Dos mundos y dos actitudes totalmente opuestas que vuelven a demostrar que esta relación está más que rota.

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