Meghan Markle y Harry de Inglaterra han triunfado en el viaje a Nigeria, unos días en los que han promocionado los Juegos Invictus que organizan desde hace 10 años. De este viaje se pueden extraer dos conclusiones. La primera, que la exactriz está muy cómoda en este tipo de viajes oficiales porque ha hablado de su vida privada más que nunca. Se le ha visto muy sonriente, de hecho. ¿Y el segundo titular? Que mantienen una vida más que acomodada, teniendo en cuenta que a ella se le ha visto con un montón de conjuntos estilísticos muy y muy caros.
Empezamos por este detalle, por la maleta llena de vestidos de marca que ha llevado hasta el país africano. Hacía mucho que no se la veía en público y ha querido lucir, como era de esperar. El medio digital
Le hemos visto con un diseño de Heidi Merrick que vale 1.285 €, por ejemplo. También ha llevado un traje de chaqueta y pantalón en color blanco que cuesta 1.500 € a los que se le tienen que sumar los 670 € de la camiseta también de Altuzarra. En el tercero


Meghan Markle habla más que nunca de sus hijos
En este viaje en Nigeria, Meghan Markle se ha mostrado encantadora. La prensa que les ha acompañado ha podido escuchar las declaraciones que ha hecho sobre su vida familiar, por ejemplo. La revista
Meghan Markle ha explicado una anécdota que muestra cómo es su relación con la hija pequeña: «Lilibet está a punto de cumplir tres años. Hace unas semanas, se me quedó mirando y me dijo que se veía reflejada en mis ojos. Mi pequeña estaba hablando realmente, de verdad. Me aferré a estas palabras de una manera muy diferente, porque nos veíamos entre vosotros y también me veo a mí misma en todos vosotros».
Por otra banda, se han hecho virales unas palabras de Meghan con que confiesa que un test genético le ha asegurado que tiene un 43% de raíces nigerianas.