Froilán nunca ha sido fan de habla con la prensa sobre su familia y, todavía menos, sobre su vida privada. Este jueves, sin embargo, ha roto su propia norma y no ha ignorado las preguntas de los reporteros. Por primera vez, se ha mostrado relativamente simpático y ha dicho algo ante el interrogatorio.
¿La primera sorpresa? Que se mostrara un poco irónico a la hora de hacer frente a lo que le preguntaban sobre su situación sentimental. Se ha especulado mucho sobre si tiene pareja o si ha vuelto con su ex. Él, que nunca ha querido hablar, ahora da más información al respeto aunque con un tono un poco acusatorio hacia la prensa rosa: «¿Doy un beso a alguien ahora también? Bueno, bueno, bueno… Yo tengo el corazón tranquilo«.
Cuando ha escuchado que la reportera de

Froilán dice la verdad sobre su vida en Abu Dabi con el abuelo
Al ver que estaba respondiendo mucho más que costumbre, han querido aprovecharlo. En otro momento de la conversación, de hecho, han preguntado a Froilán como es realmente su vida en Abu Dabi y si está contento o no. Curiosamente, ha hablado de Juan Carlos de Borbón y ha confirmado que lo ve mejor que nunca: «Yo ahí estoy muy tranquilo y muy feliz con mi abuelo y con todo. En la fiesta de cumpleaños, él estaba feliz y esto es lo más importante de todo».
Tampoco se ha mojado mucho, sin embargo, porque le han preguntado si el hombre está intentando presionar para poder volver a trasladarse en España y Froilán ha dicho que no lo sabe; lo que sería evidentemente mentira y todavía más si es cierto que ahora están tan unidos como dicen. Su madre, Elena de Borbón, ha aparecido con un pie ortopédico en el último acto público y ella misma ha explicado que se debe a una caída del caballo. ¿Cómo se encuentra ahora? Froilán dice que está «muy bien» y recuperada.
Puede parecer que tampoco es que haya charlado tanto, pero realmente lo ha hecho y mucho si se compara con otras veces que la prensa le ha puesto el micrófono ante cuando se lo han encontrado en el aeropuerto. De aquí a conceder una entrevista de verdad, pero, hay un cacho.