Cristina de Borbón estableció su residencia en Ginebra hace más de 10 años, pero poco a poco ha ido ampliando las estancias que ha hecho en Barcelona y Madrid. El encarcelamiento de Iñaki Urdangarin la obligó a romper con su familia, ya que Felipe y Letizia la apartaron de manera categórica. Ahora que se ha divorciado de él, sin embargo, es cada vez más frecuente verla en actos y comidas con los Borbones otra vez. Se han reconciliado y esto se demuestra con el permiso especial que ha recibido para alojarse con la madre siempre que quiera -o prácticamente-.
Oficialmente, Cristina sigue viviendo en Suiza. Ahora bien, Vanitatis ha seguido sus movimientos y ha podido demostrar que de facto reside en la Zarzuela porque es allí donde pasa la mayor parte de su tiempo. Dos de sus hijos se han instalado allí en los últimos meses y hay espacio de sobra para todos, así que ella también se ha sumado a esta tendencia. En lo que llevamos de 2024, se la ha fotografiado en España más de 20 veces… y todas las que habrá venido y la prensa no se haya enterado.
Ninguno de sus hijos vivía con ella en Ginebra y precisamente esa soledad le habría dado alas para buscar refugio en brazos de su madre. Aquí se la ha visto como invitada de unas cuantas bodas, a muchos de los partidos de balonmano que ha jugado el hijo, en varios actos oficiales, ceremonias religiosas y también como clienta de muchos restaurantes. Sin embargo, hoy mismo la revista Lecturas informa en exclusiva que Cristina se ha comprado un piso en Barcelona. Y no uno cualquiera, sino que ha adquirido aquel en el que vivió con su marido antes de trasladarse al palacete de Pedralbes.

¿Cómo es el piso que ha comprado Cristina en Barcelona?
Este piso tiene 300 metros cuadrados y está ubicado en el edificio de apartamentos donde la familia vivió varios años. Allí, de hecho, fue donde pasaron los primeros años de sus cuatro hijos. ¿Cuánto ha costado? La revista ¡Hola! cuantifica esta adquisición por un valor de dos millones de euros, que habría pagado parte con sus ahorros y el resto con una hipoteca. Lo habría comprado «hace meses», dicen, pero aún no se ha instalado: «Lo está decorando con la ayuda de sus hijos para que todos se sientan a gusto y encuentren allí dentro la tranquilidad de una casa».
No es su idea venir a vivir a este piso, sino que quiere convertirlo en el rincón familiar oficial en la capital catalana para que puedan dormir allí todos aquellos que vayan a ver los partidos de Pablo Urdangarin, quien recordemos que juega en el equipo de balonmano del Granollers. Todos han hecho vida en Barcelona y tienen amigos allí, además de que Cristina sigue trabajando para la Fundación La Caixa y tiene que viajar con frecuencia. Están hartos de hoteles y, por este motivo, habrían hecho esta compra.

Cristina de Borbón pasa cada vez más tiempo en España
En la capital española, mientras tanto, viven dos de sus cuatro hijos. El tercero está en Granollers y el otro en Londres. Últimamente, es muy fácil verla pasearse por diferentes ciudades españolas en compañía de la familia y también de los amigos que ha mantenido a pesar de las etapas en el extranjero. La vida le ha cambiado radicalmente y ahora quizás le sería más cómodo estar en su país de origen.
Aún tiene la casa de Ginebra y, de hecho, insistimos en que oficialmente mantiene que reside allí de manera habitual. Si acaba deshaciéndose de aquella casa o no, es un misterio. Su entorno insiste en que no quiere marcharse de allí, que simplemente está buscando comodidad en todas partes.
Sea como sea, es de sentido común que debe estar contentísima ahora que ha dejado atrás el veto que le imponía el hermano. No la querían ver por aquí para que no los relacionaran con el escándalo corrupto de su marido. Ahora todo ha cambiado y queda claro que vuelve a ser bienvenida.
«Cristina está encantada con todo, es feliz en Suiza y vive un momento extraordinario. Está mucho más tranquila en todos los aspectos y disfrutando de la familia y amigos», dicen desde la revista de cabecera de la aristocracia.