Kate Middleton y Carlos de Inglaterra vuelven a protagonizar noticias sobre sus respectivos estados de salud. La casa real británica anunció a principios de año que los dos sufrían cáncer, una mala noticia que afortunadamente parece haber quedado atrás porque se están recuperando muy bien. La mujer del príncipe Guillermo ha confirmado, hace poco, que ha podido liberarse de la enfermedad gracias a la quimioterapia. ¿Y qué hay de su suegro?
La cosa parece que también avanza correctamente en el monarca inglés, si tenemos en cuenta que el equipo médico que le trata no ha visto inconveniente a que interrumpa el tratamiento durante once días para poder irse de viaje oficial en Australia. Deben de verlo muy recuperado, de hecho, para creer que puede hacer un viaje tan largo sin problemas o posibles complicaciones posteriores. Después de unos cuantos meses con menos actos oficiales, ahora vuelve a viajar y lo hace, nada más y nada menos, que a la otra punta del mundo.
Desde el palacio de Buckingham están «bastante satisfechos» con la evolución de Carlos III, ha dicho un portavoz ante los medios ingleses. Se ha dejado claro que se está garantizando que su energía «se preserve» y tranquilizan cuando dicen que «no es una locura» que retome su agenda internacional.

Kate Middleton ha superado el cáncer, pero tendrá que volver a ser ingresada
Kate Middleton, por su parte, está celebrando haber podido superar el cáncer. Nunca llegó a filtrarse el tipo que era o el grado que tenía, pero sí que se ha sabido que ahora tendrá que volver al hospital después de todo. Las pruebas han tenido unos resultados muy buenos que les dan pie a estar tranquilos, pero esto no les hace olvidar que esta es una guerra larga y que se tienen que ir haciendo controles para revisar que todo continúa bien.
Ha sido en el programa de Telecinco,

La familia real publicó un video el mes pasado en que, la misma Kate Middleton, aplaudía haber completado su tratamiento de quimioterapia después de nuevo meses «increíblemente duros» para todos ellos. En aquel momento, reconocía que se había dado cuenta de que la vida puede cambiar en cualquier momento y lamentaba haber tenido que buscar la manera de navegar «por aguas tormentosas» y «caminos desconocidos». De momento, la situación es esperanzadora y los más monárquicos confían que la princesa pueda dejar atrás esta pesadilla definitivamente.