Carlos III de Inglaterra continúa inmerso en la batalla contra el cáncer, un tratamiento que la familia real está manejando con un hermetismo muy exagerado. Ha pasado un año y medio desde que comunicaron que estaba enfermo, pero aún no han dicho públicamente qué gravedad tiene o en qué parte del cuerpo afecta. Prácticamente no ha bajado el ritmo, en este tiempo, ya que lo hemos visto al frente de un montón de actos oficiales sin perder la sonrisa. No se ha curado aún, por eso, ya que una buena noticia como esta la habrían celebrado en grande y toda la prensa lo sabría. La cuestión es que, según lo que dicen fuentes cercanas al monarca, su situación sería mucho más delicada de lo que pretenden hacer ver.
En el medio Radar Online, una persona con contactos dentro del palacio asegura sin vacilar que Carlos III está «muy frágil» a sus 76 años: «Sabe que se acerca su final«. Preguntado sobre su estado de salud hace solo unos días, el aristócrata dejó caer una frase que ha generado muchos comentarios: «Estoy haciendo todo lo que puedo«. Que lo dijera mientras caminaba con la ayuda de un bastón no ayuda a restar dramatismo, está claro.
Ante esto, insisten en que Carlos no está tan bien como dicen: «Esta trágica admisión es la última señal de que está luchando una batalla perdida contra el cáncer«. De la misma manera, dejan caer que se estaría refugiando en el whisky: «Así adormece el dolor y la desesperación que siente. El rey enfrenta una dura y perdida batalla contra su enfermedad y recurre al alcohol para aliviar su malestar».

¿Carlos III, con una plantación secreta de cannabis?
No contentos con esto, también les ha llegado el rumor de que Carlos estaría cultivando cannabis en secreto porque podría ayudarle a controlar el dolor que siente: «Siempre ha tenido una mentalidad abierta respecto a los remedios naturales y ahora tiene la esperanza de que las propiedades medicinales del cannabis alivien su dolor sin causar escándalo», ha dicho un vecino.
En las fotos oficiales que publican de él últimamente, estaría «poniendo una cara muy valiente» frente a su dolor; dicen. Muchos se fijan en el cambio físico que ha experimentado, un deterioro que califican de «significativo«. Que vaya con bastón, como decíamos, sería un elemento clave: «Se ha convertido en una necesidad». Toda una serie de informaciones catastrofistas que dejan claro que algunas de las personas cercanas no confían en que acabe curándose del todo.