El primer ministro de Escocia, Humza Yousaf, ha dimitido este lunes después de un año al cargo por no tener que enfrentarse a una moción de censura. Yousaf ha perdido la confianza y el apoyo del partido verde escocés por haber hecho vuelta atrás en políticas contra el cambio climático. El primer ministro descartó dimitir el pasado viernes y afirmó que gobernaría en minoría después de la rotura de la coalición con los verdes, pero este fin de semana ha reflexionado y no quiere someter «sus valores» a una moción de censura. El actual líder del partido nacionalista escocés (SNP) es el primer musulmán y, con 39 años, el hombre más joven al presidir el país. Llegó al cargo para sustituir Nicola Sturgeon, que decidió plegar en medio de una investigación por corrupción que afecta su marido, el pasado mes de marzo del 2023.

El primer ministro de Escocia, Humza Yousaf / EP

Los verdes rompieron la coalición por los cambios en las medidas contra el cambio climático

Los verdes rompieron la coalición el pasado jueves por la renuncia del ejecutivo de Yousaf a los objetivos para reducir la emisión de gases contaminantes. Así, Escocia ya no tiene por objetivo reducir un 75% las emisiones antes del 2030, el que para los verdes era una medida sine qua non. La decisión, que se suma a las discrepancias previas en torno a las políticas de autodeterminación de género, hizo saltar por los aires la coalición y ha acabado conduciendo a la dimisión del primer ministro.

Con la rotura de la coalición, el partido nacionalista escocés no gobernaba ya en mayoría, puesto que el apoyo de siete diputados de otra formación era clave para mantener el gobierno. De hecho, el acuerdo que se logró con los verdes para gobernar plegados fue un hito para el partido ecologista, que nunca había entrado al gobierno, fruto de la urgencia del partido nacionalista para mantener el poder sin suficiente apoyo para hacerlo solos.

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