Este verano ha empezado más tarde. Cuando menos, las olas de calor han llegado a mediados de julio y no en mayo como el año pasado, pero esto no ha servido de nada una vez se han instalado en Cataluña. El calor está siendo difícil de soportar y parece lejos de acabarse. Como mínimo, esta semana continuaremos teniendo temperaturas disparadas en todo el país, con noches tórridas al litoral que no permitirán cerrar los ojos si no es con la ayuda del aire acondicionado o los ventiladores. La sensación de bochorno también incrementará en toda Cataluña, dificultando la vida cotidiana y obligando a buscar refugios frescos, sean piscinas, playas o los tan promocionados refugios climáticos de los ayuntamientos.
Esta sensación de bochorno y calor irá in crescendo cada día de esta semana. Las temperaturas continuarán disparadas por encima del que es habitual en esta época del año e irán subiendo a medida que avance la semana. A la mayoría de los municipios catalanes los termómetros bailarán entre los 32 y los 37 grados, pero a Poniente, por ejemplo, el calor será todavía peor.
Las tres zonas de Cataluña que llegarán a los 40 grados
En los próximos días, se espera que se logren los 40 grados a municipios de Poniente, a la cuenca de Tremp y en el valle del Ebro. A pesar de que no se consideran temperaturas de una ola de calor, la sensación será prácticamente la misma. Estas tres zonas son normalmente las que baten récords de temperaturas y hacen que los vecinos que viven tengan la sensación que están metidos en un horno.
La costa: noches tórridas y un bochorno insoportable
A la costa, las temperaturas no serán tan altas, pero el bochorno hará que la sensación térmica sea más elevada. Las noches serán tórridas en algunos puntos del litoral y esto dificultará el buen descanso. De hecho, no se espera que las mínimas bajen de los 20 grados en toda la semana. El bochorno irá en aumento desde ahora hasta después de semana y se combinará con un cielo completamente azul, sin nubes ni tormentas, para aumentar la sensación de calor.
