La cantante, pianista, productora, y compositora, Meritxell Neddermann presenta su nuevo trabajo de estudio ‘Suelta‘. Neddermann, nacida en el Maresme, abre las puertas a su mundo interior con este nuevo disco formado por 10 canciones diferentes, en las cuales viaja de los sonidos más característicos del pop hasta creaciones abstractas y experimentales reinventando la estructura musical tradicional. La artista cogió un piano por primera vez cuando tenía solo 6 años, y desde entonces se ha convertido en su manera de expresarse. Además de sus trabajos en solitario, Neddermann también es la pianista en las giras del músico y compositor uruguayo Jorge Drexler, con quien ha tenido la oportunidad de acompañarlo a Las Vegas cuando recibió siete Grammy’s. Ahora, la cantante y pianista arranca una gira para presentar su segundo trabajo en solitario, de la cual ya ha hecho algunas muestras internacionales en San Francisco (Estados Unidos) y Buenos Aires (Argentina).
¿Cómo has vivido el recibimiento del nuevo disco?
Ha ido muy bien. Teniendo en cuenta que el otro disco, ‘In the Backyard of the Castle’, salió durante la pandemia, esta vez ha sido más agradecido porque puedes presentarlo con la gente, ver sus caras, y poder hacer conciertos de preestreno y estreno, que es una sensación muy bonita. Estoy muy contenta sobre cómo está yendo.
¿Qué buscabas en ‘Suelta’?
Buscaba avanzar en dos direcciones, una más pop, que me apetecía mucho hacer canciones más tradicionales, y otra más experimental. Siento que me he soltado con la producción, la estructura de las canciones, las letras… El salto que se puede ver entre las canciones es este, de tradicional a experimental, y no hay ninguna intención en especial en la hora de intercalarlas. Consideré que no quería que el disco tuviera dos partes marcadas, como si habláramos de la cara A y B de un vinilo, sino que fuera un solo disco.

Así pues, si no hay una intención en concreto, ¿el disco se tiene que escuchar por orden o se puede escuchar salteado?
Este, en concreto, es más un viaje cambiante que un disco conceptual por sí solo. A mí me gusta mucho escucharlo todo seguido, con sus cambios, pero también me encanta coger canción a canción y escucharlas por separado, sin orden. Es un disco para escuchar de la manera que quieras.
Tienen algo a ver estos cambios con el título que has escogido para el disco?
El título tiene más a ver con la liberación creativa que otra cosa. Lo he bautizado como ‘Suelta’ porque me parece una palabra curiosa cuando se pronuncia en catalán y que, encima, tiene una connotación negativa cuando se aplica a una mujer. Creo que este fue el detonante que me hizo decantar para titularlo así.
El disco viaja por diferentes estilos. Parece claro que el disco no entra dentro del panorama musical catalán más
Creo que todos los panoramas actuales son siempre son lo
Más allá del disco, ¿como Meritxell Neddermann formas parte de algún panorama o de algún género en específico?
Ahora hay muchos proyectos interesantes en Cataluña que quizás no tienen un género concretado. Y dentro de toda esta creatividad, creo que no es necesario definirla y etiquetarla. Para mí es música y ya está, sin más complicaciones. Si la gente la quiere agruparlo dentro de un género, adelante, pero yo no soy partidaria. Yo he querido experimentar con sonidos y recursos como el vocoder. Para mí cantar no es tan fácil y tan natural, prefiero expresarme con el piano. Por eso, poder usar una herramienta que me permite ponerle palabras a las teclas es genial.
Así pues, sin hablar de géneros y partiendo de la base de la explosión artística de una nueva generación de músicos catalanes que ha creado nuevos referentes como The Tyets, Higo Flawas o la Mushka, ¿qué momento vivo Cataluña?
Es un momento extremadamente sano, con muchas propuestas muy interesantes, y otros que están empezando a internacionalizarse o ya se han convertido en fenómenos mundiales -la Rosalía y la Bad Gyal, por ejemplo-. Hay una explosión de música urbana en catalán muy bien hecha, muy divertida, juguetona… La jerga que usan también da riqueza a la escena y esto se traduce en un momento muy dulce por el catalán a la música.

Y, ¿a qué se debe esta explosión?
Supongo que el crecimiento de la educación musical, y la especialización de los estudios superiores, también ha contribuido a crear nuevos proyectos con música muy interesante… Seguramente la educación sumada a la enorme cantidad de nuevos recursos para crear música han propiciado una escena muy sana y rica en Cataluña.
Por lo tanto, se tiene que estudiar música para crear.
Tampoco creo que sea un requisito obligatorio. Hay mucha gente que me encanta su música y que nunca la han estudiado formalmente en un conservatorio o una escuela superior. De hecho, creo que el hecho de no pasar por el filtro académico también les da una apertura de mente en la hora de crear mucho más grande. Es una sensibilidad especial que valoro mucho.
¿Qué es la música para Meritxell Neddermann?
Para mí la música es vida, es indisociable. Sin música no habría vida. Es el poder de la unión, nos permite vibrar todos en un mismo son. Quizás aquí cada vez hay menos mensajes políticos en la música de Cataluña que hace unos años porque no es un momento tan delicado porque esté, pero evidentemente la música como herramienta política está muy presente. Viniendo de Latinoamérica se ve mucho, allí es un tema muy presente, muy poderoso. Aquí en Cataluña la corriente arrastra más hacia una música de baile porque las nuevas generaciones necesitan más una música para sentirse más independiente, empoderados, que no tanto un mensaje político. Si hay una tensión, sale otra para compensar. Entonces, si no están saliendo proyectos tan políticos, creo que es porque el momento no lo requiere tanto.
Comentas que hay mucha música en Cataluña atravesando fronteras internacionales, pero los principales exponentes cantan en castellano. ¿Se puede hacer música en catalán y triunfar fuera de Cataluña?
El primer ejemplo que me viene a la cabeza es Rosalía con ‘Millonaria’, que a pesar de ser en catalán triunfó en todo el mundo. Pero, mirando mi caso con los conciertos de Buenos Aires presentando el disco, que combina el catalán y el castellano, he visto que la gente aprecia mucho las cosas diferentes a las que está acostumbrada. El público argentino, precisamente, es un público que aprecia todas las cosas que se los son extranjeras, y el catalán toca una fibra muy especial allá. Haciendo los conciertos en San Francisco y Buenos Aires he tenido un recibimiento muy bonito. La gente está muy dispuesta a escuchar nuevas cosas y a recibir nuevas informaciones. Por lo tanto, todo y las dificultades, es un objetivo factible.
Haciendo conciertos internacionales, tanto tus actuaciones en solitario como con Jorge Drexler, se conocen nuevos artistas y estilos musicales. ¿En qué te has influenciado para crear ‘Suelta’?
Este disco bebe, especialmente la parte más pop, mucho de ‘Supertramp’ porque es uno de mis grandes referentes. Y, por otro lado, si miramos la parte más experimental, también he cogido mucho de Tom York, de James Blake, o de Laura Mvula. También creo que el disco tiene mucho de Bach o de Stravinski. Sobre todo la parte más clásica me ha servido mucho de inspiración. En el ámbito catalán, creo que uno de mis grandes referentes es Albert Pla. Quizás no tanto por la vertiente musical, porque lo he escuchado bastante poco, sino más por la ‘vibra’ que transmite arriba del escenario, con una puesta en escena más alocada.
Bebiendo de estas influencias, ¿hacia quiénes va dirigida tu música?
Mi música, más que por una edad en concreto, va dirigida a todas aquellas personas que tengan un interés por la música. Especialmente por toda aquella que busque algo fuera del
