El rapero de Terrassa Lildami, nombre artístico de Damià Rodríguez (1994), ha estrenado su tercer disco, ‘Dummy’ (Halley Records, 2023), cargado de optimismo y que define el “buen momento” que vive actualmente el artista y dónde, incluso, se atreve con la bachata. Un álbum, pero, que llega al mercado en un formato totalmente innovador porque no incluye un disco físico, sino una maqueta de madera con un QR que te redirige a las 12 canciones, entre otro contenido. Lildami, después de 14 años rapeando, se ha convertido en un referente de la música urbana en catalán con tres premios Enderrock a las espaldas y el éxito de ‘Supermercat’, la canción más radiada y el videoclip en catalán más visto en YouTube el 2022. Los dummies son los muñecos que se utilizan para probar los coches nuevos en accidentes automovilísticos y las consecuencias para las personas y Lildami, «con muchas capas de humildad por medio», se considera un dummy. ‘Flores mientras viva’ (2019) y ‘Viaje en espiral’ (2021) son el primero y el segundo disco, el 2023 presenta el tercero y deja la puerta abierta a un cuarto álbum para el 2025, de aquí a dos años más.

Hace dos años salió tu segundo disco y en aquel momento, en la primera canción dices: «Estamos siguiendo el mismo plan, un disco cada dos años». Han pasado dos años más y tenemos tercer disco. ¿Estaba planeado?

Estaba escrito. Además, es exactamente dos años y un mes entre el primero y el segundo, y dos años y un mes entre el segundo y el tercero. No por nada, si fuera por mí, por la cantidad de música que hago podría sacar casi uno al año, pero también me gusta hacer las cosas con calma, hacerlas bien y que salgan cuando tienen que salir. Dos años me parece óptimo porque cada dos años me he dado cuenta de que he vivido suficientes cosas para explicar en un disco. Si hiciera uno cada año te estaría explicando casi lo mismo de enero a enero.

¿Y qué explicas en este?

Yo creo que es un disco muy vitalista y muy alegre. Creo que, al final, un disco te explica un momento vital. El primero hablaba de la muerte, el segundo del amor y yo creo que este habla mucho de pasárselo bien y que estoy en un buen momento. Solo con la portada ya se nota porque es más colorido mientras los otros eran más oscuros. Es muy optimista y motivado porque yo estoy muy motivado.

Dummies son los muñecos que utilizan empresas automovilísticas para probar los coches nuevos en supuestos accidentes. ¿Tú te sientes cómo un dummy?

Sí, pero con muchas capas de humildad por medio. Por suerte o porque pasaba por el lugar donde tocaba en el momento que tocaba, me ha tocado abrir algunas puertas, como sonar en la radio, salir en televisión o festivales, y esto ha servido para que la gente que venga después lo tenga mucho más fácil o, como mínimo, hayan visto que se puede hacer esto. Repito, que no se lea como un discurso pedante, no digo que haya inventado nada ni que sea el primero en nada. No soy el primero en nada, pero sí que he abierto ciertas puertas y esto tiene cosas buenas y cosas malas. Las buenas son que sirves porque los que vienen después vean que esto es posible y que se puede hacer. Es cómo el muñeco que va dentro del coche para probar si el coche es bueno o no. Algún día chocas y al muñeco no le pasa nada porque el coche es bueno, pero hay días que te llevas un golpe.

Damià Rodríguez
El rapero Lildami presenta su tercer disco, ‘Dummy’ / Mireia Comas

En ‘Crash test Dami’ hablas de los moratones que llevas por dentro, ¿la gente es consciente de estos moratones?

No, claro que no. Tampoco estoy destrozado, estoy perfecto, pero todo el mundo tiene sus luchas internas y sus historias y, al final, es una cosa que digo al último tema y al primero: Al primero hablo de ojeras de sol, que todo el mundo se fija en las gafas con forma de corazón, pero nadie sabe cómo puedo estar por dentro. El año pasado estuve a la tele y me dio una sobreexposición pública que no había tenido nunca y todo el mundo te está diciendo «tío, lo estás petando, eh, que bien que va», pero yo sigo siendo la misma persona. Va todo bien, sí, pero yo sigo teniendo mis problemas de ansiedad, mis angustias, mis noches que no puedo dormir y mis historias, por mucho que no lo parezca. Cuando miras las gráficas de un artista, si las poses en 2D parece que es una exposición lineal, pero realmente, ahora estás más arriba, ahora más abajo, ahora va así, ahora va asá.

La manera en que lanzaste el primer single de ‘Dummy’, ‘M’és igual’, simulando que te habían hackeado la cuenta de Instagram, ¿cómo reacciona la gente?

Se enfadó la gente. ¿Tú lo viste?

Yo sí, y de primeras también me lo creí. Me hizo dudar mucho cuando publicaste un número de teléfono. ¿De quién era?

Fui cuatro días antes a Orange y me compré una SIM duplicada y cogí un número de teléfono. El problema es que el buzón de voz se llenó muy deprisa, pero cuando llamabas sonaba un poco el nuevo tema, y si enviabas un WhatsApp también te rebotaba información del tema. Al final era para hacer la trola creíble, para colar un gol de estos, necesitas elementos reales y necesitas que sea una cosa improbable, pero bastante factible para que fuera real, y es cuando a la gente le genera la duda de si es o no real y pica. Tener un número de teléfono le daba la veracidad que necesitaba la trola para que saliera bien.

Damià Rodríguez
El rapero Lildami presenta su tercer disco, ‘Dummy’ / Mireia Comas

En ese momento, todo era «pobre Lildami que le han robado la cuenta».

Claro, a mí esto me supo mal porqué fue publicarlo y pensar «hostia». Recibía mensajes por Twitter de gente que me preguntaba si necesitaba algo, me enviaban audios diciéndome que conocían alguien que trabaja en Facebook y que a ver qué podíamos hacer, y yo callado porque no quería hacer saltar la liebre. Tenía que seguir un poco más. Me supo mal porqué creo que fue un poco lejos, pero después, cuando se destapó, la reacción del 95% de la gente fue un «qué cabrón».

Compensaste este engaño con una nueva canción. ¿Cuál es el feedback que recibes?

Muy bueno, muy contento porque los dos adelantos que saqué gustaron mucho y tenía ganas que la gente pudiera escuchar todo el disco para ver la obra al completo para decidir si les gusta o les encanta.

¿Estabas nervioso?

No, estaba tranquilo, era la sensación de ir al examen con los deberes hechos. Dormía plano porque sabía el trabajo que había hecho y estaba 100% convencido de lo que hay en el disco, estoy contento de lo que hay al disco y lo defiendo a capa y espada.

¿Cuál es tu canción favorita de ‘Dummy’?

Creo que cada una tiene su magia especial que a mí me hace conectar con todas, me recuerdo de habérmelo pasado muy bien con tres que hicimos con Sr. Chen y Àlex Pérez que es ‘Que això no acabi’, ‘Si no estàs amb mi’ y ‘Harakiri’. En tres días hicimos los tres temas, hicimos la maqueta estructural de los tres temas. Recuerdo la primera noche, a las dos de la madrugada y con el tema hecho, a toda castaña cantándolo y bailándolo. La segunda noche, con el segundo tema hecho y, a la tercera noche, ver que en tres días habíamos hecho tres temazos y los tres allá abrazándonos.

A ‘Que això no acabi’ haces la reflexión que si volvieras al principio…

¡Haría el mismo! Pero lo haría de otro modo para llegar más rápido a los lugares porque ya tendría el conocimiento.

Pero no han pasado tantos años.

¡Para ti! Por lo que te decía de la gráfica, tú lo ves así, pero yo llevo rapeando desde los 14 y tengo 28. Para mí el viaje se ha hecho largo de cojones. Pero volvería a cometer los mismos errores si supiera donde me llevarán. Sí, seguro. 

A ‘M’és igual’ haces una crítica a la dependencia que tenemos a las redes sociales. ¿Cómo artista, crees que Lildami también depende?

¡Claro! E intento hacer cada día tiktoks, también porque me gusta, no nos engañemos. Me gustan las redes sociales desde un punto de vista técnico porque me gusta analizar como funcionan los algoritmos, qué es lo que funciona y lo que no, por qué esto se ha viralizado tanto y aquello no… ¡Me flipa! Y me gusta estar al día con todo lo que va saliendo, pero a la vez también sé que es una relación insana. Y en mi caso aún, porque trabajo con esto, es mi herramienta y estoy viciado a una cosa que ayuda a mi negocio, pero si estás viciado y, encima, te hace perder el tiempo, qué negocio…

¿Es solo el tiempo que pierdes?

No, es también todos los traumas que crea. Cada vez que abro Instagram veo que todos los chicos son fuertes, todas las chicas son guapas, que todo el mundo tiene un coche mejor que el mío, todo el mundo tiene una casa y se va de vacaciones a mejores lugares que el mío. ¿Cómo está creciendo la gente que sube, que está viendo todo esto? Se dicen a ellos mismos que nunca tendrán un Bentley aparcado delante de casa y que son unos fracasados, o «no me puedo ir de viaje a Australia, soy un desgraciado», «hostia, no estoy igual de fuerte, no sirvo para nada». Esto crea traumas y te desprecias a ti mismo y realmente no es así, esta gente está más jodida que tú, pero por las redes no te lo enseñarán y no colgarán una foto donde salgan feos. Nadie lo hará.

Damià Rodríguez
El rapero Lildami presenta su tercer disco, ‘Dummy’ / Mireia Comas

¿Tendríamos que aplicar la filosofía del «me la suda, me da igual»?

Sí, pero yo soy el primer falso. Miro el tiktok dos veces antes de colgarlo por si salgo guapo, lo hace todo el mundo. Yo creo que el discurso de que no me impresionará nada lo tengo interiorizado por mucho que esté enganchado a las redes sociales.

‘Dummy’ llega después del gran éxito de ‘Supermercado’, el videoclip en catalán más visto en YouTube y la canción más radiada el 2022. ¿Cómo vives este hito?

A ver cómo lo explico… son cosas que piensas que nunca te podrán llegar a pasar y, ¿en qué momento pensabas que un rapero podría sacar un tema con autotune y que fuera lo más radiado en catalán? Si me lo dices hace cinco años, no me lo creo. Pasas tanto tiempo pensando que quieres esto que, cuando llegas, quizás también por mi ambición desmesurada, es como, de acuerdo, ¿qué más? Estamos acostumbrados a un ritmo de vida que no te permite saborear el momento cuando has conseguido algo. Tengo tanta ambición y tantas ganas de hacer cosas que, cuando llega, lo disfrutas, pero vamos a trabajar más. ¿Cómo podemos tener dos?

¿Ves posible que se vuelva a repetir con alguna de las canciones de ‘Dummy’?

Lo veo posible como lo veía con ‘Supermercado’. Son cosas que puede ser que pasen o que no pasen. Lo consiga o no, continuaré igual de tranquilo. Si tiene que pasar, adelante, celebrémoslo, compramos una botella de Moët y manos a la obra, pero no es una cosa que me haga perder el sueño, y esto es importante porque todos los ‘checks’ que por mí eran sueños impensables ya están marcados. La parte del camino que estoy haciendo ahora es por la cara y que dure lo que tenga que durar y a ver hasta dónde podemos estirar el chicle.

También depende del trabajo que vayas haciendo y, de momento, parece que hay Lildami por mucho de tiempo.

A mí, motivación no me falta y, aparte, tengo cultura del trabajo y del esfuerzo. Creo que poca gente se lo toma tan en serio como yo, que estoy ‘jajajiji’, pero me levanto a las siete de la mañana y me voy a dormir a medianoche, estoy todo el día trabajando. Es música y el que quieras, pero para mí es personal, es mi proyecto y mi empresa.

Presentas un formato muy innovador con ‘Dummy’, un disco sin disco físico. ¿Qué encontrará la gente?

¡Muchas cosas! Más de las que encontrarían en un disco. Es una maqueta automontable de madera de chopo. Es como una manualidad que puedes montar tú mismo con un mecanismo que le giras la nariz al Dami y te sale un código QR que te lleva a una página web donde hay los temas, alguna instrumental, información adicional, fondos de pantalla… Era para añadir algo más. También encontrarán unos pendientes y una pegatina, y en las primeras 400 copias hay un billete firmado. Valor añadido, que le dicen. Me doy cuenta de que ni yo tengo un lugar para escuchar los discos que hago y es muy probable que la gente que lo compre tampoco. Al final, la gente que lo compra es para apoyar a la banda, porque les gusta el disco y quieren tener la portada físicamente, pero por practicidad, la gente lo escucha por Spotify o Apple Music. Me pregunté qué podía hacer para mantener la estética del disco, que es perfecta, porque es pequeña y, aparte, te sale un objeto que puedes tener por casa muy chulo, y no perder la esencia: que la gente tenga acceso a las canciones, pero que de mejor impresión que un disco para cortar pizzas. Y me salió esto… me vino en el jefe y me puse a diseñarlo y, junto con la gente que ha hecho el diseño gráfico y que lo fabrican, llegamos en su punto para que funcionara. 

¿Crees que este nuevo formato gustará?

Yo no puedo opinar por la otra gente, pero me parece más original que un disco, pero sin menospreciarlos porque los discos se tienen que seguir haciendo y son increíbles. Pero a mí, como artista, me parece más divertido, siempre intento hacer mis frikadas y me parecía interesante un formato nuevo. No será un estándar la maqueta de madera, pero es como un producto de merchandising. Y está diseñado y fabricado en Cataluña. Siempre que se pueda hacer economía de proximidad, para fabricarlo en China, lo fabricamos en el Baix Empordà.

¿Y la gira?

Empezamos en abril. En marzo empezamos Euforia y en abril, la gira. Todavía no hemos anunciado fechas, pero a partir de la semana que viene ya estaré anunciado bolos como un psicópata porque tenemos un verano interesante.

Repites como jurado en esta nueva temporada de Euforia. ¿Qué esperas?

Pasármelo igual de bien que el anterior. Fue increíble y si me lo paso igual de bien y descubrimos talentos como los que descubrimos el año pasado, bienvenido será.

¿Habrá cuarto disco en 2 años?

El 2025 nos volvemos a encontrar para hablar del cuarto disco. Ojalá, ojalá… Sería increíble.

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