La Asamblea Nacional Catalana estudia acciones de resistencia, tanto sociales como legales, para oponerse a la sentencia del Tribunal Supremo sobre las pinturas de Sixena. El presidente de la entidad, Lluís Llach, y el coordinador de la Comisión de Gestión Jurídica, Josep Cruanyes, se han reunido este viernes para planificar la respuesta social a la decisión judicial, que consideran un «atentado contra el patrimonio de la humanidad». «La sentencia publicada esta semana, que pide la extracción del MNAC de las pinturas de Sixena, pondrá en peligro obras que, desde todos los puntos de vista técnicos, es mejor no mover de su disposición actual», ha argumentado Llach.

En este sentido, en la reunión se ha acordado plantear una «vía jurídica» contra el traslado de las obras al monasterio. En un comunicado emitido este mismo sábado, la ANC se ha comprometido a «explorar todas las opciones legales» para frenar el procedimiento, que califican de «masacre cultural». Además, la Asamblea plantea «actuar jurídicamente contra los responsables» de la sentencia y su ejecución. A su parecer, las autoridades encargadas de llevar a cabo la orden judicial «no garantizan la protección de un patrimonio que es nacional y mundial».

El presidente de la ANC, Lluís Llach, anuncia las medidas de la entidad contra el traslado de las pinturas de Sixena

Movilizaciones contra el traslado

Además de las acciones judiciales, la ANC también plantea una estrategia de «respuesta social y movilización» para mantener las pinturas en el MNAC. Según ha alertado Llach, el traslado de las obras al monasterio se enmarca dentro del «expolio que Cataluña sufre por parte de España», en esta ocasión en un intento de «laminar la importancia histórica de la corona catalana». Así, prometen movilizaciones para «denunciar la catalanofobia agresiva» que demuestran el Tribunal y las administraciones aragonesas, a quienes atribuyen una «barbarie cultural» que arriesga piezas de alto valor artístico.

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