Los días pasan volando y los protagonistas de Como si fuera ayer han llegado al ecuador de la semana. No se puede decir que haya sido una semana tranquila, y las tramas que han preparado los guionistas prometen sorprender a los espectadores de la serie que triunfa cada mediodía en TV3 desde hace ocho temporadas. Los personajes fundacionales se ven atrapados en aventuras disparatadas, negocios complicados, investigaciones peligrosas y estrategias para lograr manipular a los más vulnerables.
En este episodio del miércoles 14, habrá dos tramas que van de la mano, aunque aparentemente parece que no tienen nada que ver una con la otra. ¿Pero qué es lo que las une? Las mentiras, uno de los ingredientes que más juego dan en Como si fuera ayer. Por un lado, Lídia (Míriam Alamany) continúa inmersa en su lucha personal por aprovecharse de la bondad de Agustí (Marc Rodríguez). En cuanto a los quebraderos de cabeza familiares, el secreto de Sílvia (Montse Germán) con el Pacman sigue presente. Aunque casi todos los implicados en la trama son conscientes de que hubo una infidelidad, Neus vive ajena a la mentira y se las ingenia para intentar convertirse en la nueva mejor amiga de su cuñada.
Lídia se aprovecha del sufrimiento de un hombre con el corazón roto
Los guionistas sabían que el personaje de Lídia podría aportar un toque de gracia y surrealismo a las tramas, y desde que entró en la serie, los espectadores la han visto en todo tipo de líos. Entre las peleas con su prima por culpa de la herencia de la tía Matilde (Mercès Comes) y la aventura con el estafador del amor, no hay tiempo para rebajar la intensidad. Ahora que llevaba unos días más relajada, ha encontrado una vía de escape para poner en práctica sus trampas. Tras descubrir que Agustí podía arreglarles el apartamento de la Costa Brava por un precio módico, Lídia ha encontrado una manera de conseguir dinero fácil y ahorrarse gastos en el trabajo. ¿Pero cómo lo ha hecho? Ha descubierto el punto débil del fontanero, su corazón roto por la muerte de su esposa hace quince años. Como ella se parece mucho a Pilar y ve que Agustí sufre recordándola, busca la manera de tocar las teclas perfectas para conseguir que el hombre haga todo lo que ella quiere.
La última fechoría fue la semana pasada, cuando descubrió el bolero que bailó la pareja el día de su boda. Con toda la mala intención del mundo, puso la canción a todo volumen cuando estaban en el coche y Agustí, recordando esa cita, se echó a llorar como un niño. En este capítulo del miércoles, los espectadores pueden esperar una nueva dosis de juegos de Lídia.
Agustí sigue pensando en su esposa
El padre de Marcel (Nil Cardoner) sigue muy afectado por los recuerdos de su esposa. Desde que escuchó el bolero está muy ausente y su entorno lo ha notado. En una escena entre triste y surrealista, el hombre se pone a escuchar la canción cuando está en el gimnasio, medio llorando. Es uno de los personajes vulnerables y se inventa que está sensible porque hace días que no ve a su hijo. Realmente los recuerdos de su esposa y las presiones de Lídia no han hecho más que nublarle la mente.
Lídia está desesperada por hacer dinero, ahora que se ha quedado sin fontanero económico. Despidió al hombre que trabajaba para ella desde hace años y ahora, necesita encontrar nuevas maneras de conseguir que Agustí vuelva a trabajar para ella. ¿Qué trama ahora? Ha quedado con Eva (Alícia González Laá) para hablar de empresaria a empresaria, pero todo forma parte de la misma pantomima. Hablando del equipo del Gim Rabbit, averigua que Marcel no es realmente hijo de Agustí, sino de Quim (Jordi Rico). Ahora, curiosa y siendo consciente de que tiene una trama jugosa para tirar del hilo, le pide tomar un café a la trabajadora del gimnasio para saber más.
Más tarde, se presenta en el gimnasio y le cuenta que ha tenido un sueño relacionado con él y su esposa. Hace ver que todo lo que le ha contado Eva, sobre el nacimiento de Marcel y la historia de Pilar con Quim, forma parte de su sueño. ¿Y qué hace Agustí? Pone los ojos en blanco y cae al suelo, completamente desmayado. Quizás Lídia ha cruzado una línea roja con sus trampas…
El peso de un secreto a medias
Hace unos días que los guionistas del Comsi decidieron que era el momento perfecto para hacer estallar una bomba. La aventura de Sílvia con el Pacman, o mejor dicho, con Miqui (Adrià Collado) fue un antes y un después en la vida de este personaje. Acostumbrada a hacer siempre lo que los demás quieren y perdonar todo tipo de ataques, los fieles seguidores de la ficción catalana se sorprendieron con una Sílvia rebelde y picante, enviándose mensajes con un usuario desconocido. Después de enredarse y ocultarlo un tiempo, en los últimos días toda la verdad salió a la luz.
En realidad no toda, porque Neus, la esposa de Miqui y hermana de Francesc (Eduard Buch) desconoce todo lo que ha pasado. Sílvia quiere poner distancia entre ambas, pero Neus parece dispuesta a convertirse en su amiga íntima. Después de soportar una comida incómoda con las amigas del grupo, Sílvia le pidió a Francesc que intentara ayudarla a liberarse. De hecho, en este capítulo del miércoles, Neus quiere invitar a su cuñada a un concierto, pero su chico se las ingenia para ir él y no forzar una nueva salida entre ambas.
¿Su idea era poner distancia? Pues ahora la tendrá al lado porque le ha pedido si puede apuntarse con ella a las clases de defensa personal del gimnasio. Sea como sea, mañana continúan las aventuras de este grupo que prometen muchas emociones fuertes.
