Las relaciones pueden ser muy complicadas en Com si fos ahir. Puede haber malentendidos, conflictos, mentiras y secretos que complican la confianza y los protagonistas del grupo del instituto son expertos en ello. Esta semana, las fricciones serán cada vez más recurrentes entre dos socias y amigas.
La Barnateca es el nuevo local de moda del Comsi. A pesar de ser la competencia directa de La iaia y molestar a Marta (Sílvia Bel), los problemas más graves los tienen las dos socias del local. Gemma (Àurea Márquez) y Cristina (Carlota Olcina) son las protagonistas de una trama de tira y afloja que ha terminado en reproches y críticas debido a una mentira.
Los negocios sacan el peor lado de los protagonistas
Los inicios de un negocio no siempre son sencillos. Hay que tener mucha confianza con una persona para animarse a emprender y la alianza entre Cristina y Gemma ha estado llena de altibajos. Sus caracteres son muy opuestos: Gemma es cuadriculada y directa, y Cristina se toma la vida con mucha más filosofía. Su cocinera, Itzíar (Mar Ulldemolins), ya ha estado en más de un conflicto con ellas, sobre todo por los malentendidos. La chef termina recibiendo las culpas de más de un lío y esta semana ha protagonizado un conflicto bastante grande.
Las acusaciones de Cristina eran falsas
En los capítulos anteriores de esta semana, un nuevo problema ha provocado tensiones y peleas entre las dos amigas. Gemma se enfadó con Itzíar por culpa de un error en un pedido, pero la chef está segura de que ella hizo lo que Cristina le había pedido. Desesperada, intenta buscar el pedido como sea porque la han tildado de mentirosa y despistada. Además, frente a dos clientes, la ridiculizan y humillan por este tema. Esta mala fama que la acompaña desde su llegada a Com si fos ahir sigue persiguiéndola, y no parece que pueda librarse de ella.

Las dos amigas protagonizan un espectáculo con público
En el episodio de este miércoles 12 de marzo, Itzíar ha conseguido el papel que Cristina le dio, demostrando que el error en el pedido fue de su jefa. Cuando Gemma se entera, queda claro que no dejará las cosas como están. En el momento en que las dos mujeres se encuentran en la Barnateca, Gemma la acusa de saber de antemano que ella se había equivocado al apuntar el pedido y que además ha cargado a Itzíar con el problema.

Cristina se defiende diciendo que lo ha hecho para proteger el negocio, pero su amiga y socia estalla porque ya son muchas. Primero le rebajó el sueldo a la cocinera sin consultarlo, inventó un rumor sobre las ratas del local de Marta y ahora ha cargado a Itzíar con un problema que no era suyo. Hay desconfianza y rabia entre ambas, pero Cristina ha decidido enfrentarlo. Le reprocha que está todo el día sentada con el portátil haciendo los pedidos y se va hecha una furia dejando plantada a su amiga. Qué humores tan malos tienen ambas…
Los problemas del trabajo afectan las relaciones familiares
Gemma se encuentra en una situación extraña y seguramente en la que nunca se ha encontrado. Como su compañera se ha ido, ella tiene que encargarse de atender a los clientes, ayudar a Itzíar, cobrar los pedidos… Es decir, tiene que trabajar duro en el mundo de la restauración. Incluso se ve obligada a cancelar una cena con Andreu (Marc Cartes) para quedarse trabajando. Seguramente en la consultoría no se encontraba con estos problemas. Su exmarido le plantea que este nuevo negocio no es tan ordenado como cuando trabajaba con Miquel (Eduard Farelo) y que su nueva socia «va mucho a su aire».

Para terminar de redondear el capítulo, Itzíar se ha quedado sin lugar donde dormir. Su compañera de piso la ha echado y se planta en la Barnateca para pasar la noche. A pesar del éxito de la inauguración, parece que este negocio trae más problemas que beneficios. ¿Podrán las propietarias solucionar sus asuntos antes de que sea demasiado tarde? Esta trama continuará muy presente en la serie catalana que triunfa cada mediodía.