El ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible del gobierno español no ha podido evitar la huelga de Renfe que comenzará el próximo lunes. Las reuniones entre las partes, según ha confirmado el departamento que dirige Óscar Puente, no han dado el resultado esperado. Las partes se han instado a continuar negociando durante el fin de semana. «El ministerio y la Generalitat trabajan juntos para que haya acuerdo«, han declarado fuentes institucionales a la agencia Europa Press. Entre los retrocesos que Puente ha puesto sobre la mesa de las organizaciones sindicales, destaca la de mantener bajo el control de Renfe al operador catalán de Rodalies, contra los acuerdos con los que el PSOE llegó con Esquerra Republicana de Catalunya. Más allá de eso, el ministerio se ha comprometido a que la transferencia «no afectará los derechos sociolaborales» de los trabajadores, en la misma línea que ya ha expresado la Generalitat.

Según los sindicatos, la posición de Moncloa y Generalitat no se ha movido en los últimos días de negociación. «Todo continúa como estaba, ningún avance más allá de las buenas intenciones»; han declarado portavoces de los huelguistas a la agencia Europa Press. Las conversaciones continuarán durante el resto del fin de semana, pero, si no hay avances, los catalanes sufrirán las paradas de Rodalies a partir del próximo lunes. Los convocantes -CCOO, la UGT, la CGT, la Confederación Intersindical SF y el Semaf- intentarán movilizar a los trabajadores de Renfe en siete jornadas de protesta. Los días 17, 19, 24, 26 y 28 de marzo, así como el 1 y el 3 de abril, el servicio de Renfe estará obstaculizado por las protestas de los trabajadores de la empresa pública. Entre sus demandas está mantener las cercanías catalanas bajo el control de Renfe, dejar la línea R1 -la primera que gestionaría la Generalitat- en manos de Adif. Los maquinistas, especialmente, exigen no tener que cambiar de empresa, para garantizarse la movilidad geográfica en el futuro.

Tren de Rodalies de l'R4 a Cerdanyola del Vallès | Gemma Sánchez Bonel (ACN)
Tren de Rodalies de l’R4 a Cerdanyola del Vallès | Gemma Sánchez Bonel (ACN)

Contradicciones con el acuerdo de investidura

Muchas de las demandas de los trabajadores chocan con los pactos de investidura entre Esquerra Republicana de Catalunya y el PSOE que llevaron a Pedro Sánchez a la Moncloa. En concreto, aquellas que diluyen el control catalán de la infraestructura. Así, voces de los republicanos ya han mostrado su rechazo al programa sindical. La portavoz de ERC y exconsejera de Territorio, Ester Capella, asumió en declaraciones a TV3 que estas cuestiones no llegarían a ponerse sobre la mesa. «Los acuerdos son muy claros y no tenemos ninguna duda de que el PSOE no los incumplirá», argumentaba Capella. En el mismo espacio, trasladó a los trabajadores que sus derechos quedarían «garantizados» con la transferencia competencial, y que las partes buscarían «los mejores mecanismos» para dejarlos intactos.

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