Las obras de mejora del túnel de Roda de Berà, que forman parte de las actuaciones del corredor mediterráneo, siguen generando polémica. Desde el pasado mes de octubre, la movilidad del Camp de Tarragona se ha visto afectada por las obras de Adif en este túnel, donde se está instalando un tercer carril ferroviario. Inicialmente, los principales problemas ocasionados por estas actuaciones han sido retrasos e incomodidades en el día a día de los usuarios. A medida que las obras han avanzado, también lo han hecho los problemas. De hecho, algunos vecinos de la zona denuncian a la Agencia Catalana de Noticias (ACN) que, debido a estas actuaciones, han sufrido grietas, ruidos y daños en sus hogares.
Una de las afectadas es Conxita Veiga, vecina del número 1 de la plaza del Mediterráneo. Tiene la vía del tren muy cerca y desde que comenzaron las obras a principios de octubre los ruidos han sido constantes. Según denuncia, a veces también ha sufrido vibraciones, hasta el punto de que algunos objetos decorativos «bailan» cuando funcionan algunas máquinas perforadoras, lo que ha provocado que algunos de estos elementos caigan al suelo y se rompan. Ahora bien, según la denunciante, lo más preocupante son las grietas: «Hay en todas las habitaciones», afirma. Su caso, sin embargo, no es el único. En esta línea, los vecinos de la zona también denuncian la «tala indiscriminada» de árboles y los estragos en algunas de las principales vías del pueblo debido a las obras. Dos cuestiones que el alcalde se ha comprometido a exponer durante la reunión que mantendrá este viernes con la empresa ejecutora de las actuaciones.
Para resolver la problemática, algunos de los vecinos afectados han intentado presentar sus quejas a Adif, pero hasta el momento no lo han conseguido con éxito. Ahora, intentarán canalizar sus quejas a través del ayuntamiento del municipio. Por su parte, el alcalde de Roda de Berà, Pere Virgili, denuncia que se siente «menospreciado» por parte de la operadora ferroviaria, ya que aún no ha podido reunirse para abordar la problemática y tratar de ponerle solución. Concretamente, el Ayuntamiento ya ha recibido cinco quejas formales alertando de la situación, aunque el jefe del ejecutivo municipal asegura que este problema afecta a más personas: «En redes sociales hay muchas quejas, pero deberíamos ir más allá y formalizarlas. Intentaremos canalizarlas desde el Ayuntamiento y hacer fuerza», apunta el alcalde del municipio.

Preocupación por el aumento de trenes de mercancías
Esta problemática afecta a los vecinos más cercanos al túnel, pero también a las empresas que desarrollan su actividad económica en Roda de Berà. Teniendo en cuenta que las actuaciones del túnel tienen por objetivo introducir una tercera vía para mercancías -tal como establece el corredor mediterráneo-, una docena de campings que tienen sus instalaciones cerca de las vías del tren también han expresado su preocupación por el aumento de trenes de mercancías que circularán por la zona a partir del mes de marzo -momento en que está previsto que finalicen las obras. De hecho, desde la asociación de campings de la zona ya están «luchando» con el operador ferroviario para poder instalar barreras acústicas que los protejan del sonido de los trenes. De momento, sin embargo, parece que no se podrán implementar: «Dicen que solo pueden ir a las zonas residenciales», apunta Pere Parera.
Teniendo en cuenta esta situación, los empresarios del sector enfrentan con cierta preocupación la próxima temporada de apertura. De hecho, consideran que el aumento de la frecuencia de paso de los trenes de mercancías les repercutirá negativamente a largo plazo, porque ocasionará «molestias» para los clientes -algunos de los cuales ya han expresado quejas por las obras. «Mucha gente había elegido esta zona por la tranquilidad y ahora estamos expuestos a sustancias químicas», argumenta la secretaria de la Asociación de Vecinos Costa Dorada Berà, Ester Valls.