Uno de los mandos más respetados por la tropa y los mandos en el cuerpo de Mossos d’Esquadra, el comisario Ferran López, vuelve a la Policía de la Generalitat con un cargo operativo pero con mucha carga de relación institucional, puesto que se ocupará de la coordinación con el resto de cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, las instituciones judiciales y los servicios de inteligencia españoles e internacionales. López es el escogido por el comisario jefe del cuerpo, Eduard Sallent, como coordinador de la oficina de los Mossos d’Esquadra a Madrid. El comisario, que ya ha pasado el periodo de excedencia obligado después de dejar de dirigir la seguridad del F.C. Barcelona, vuelve al cuerpo a partir del próximo primero de mayo.
«Con el retorno de López recuperamos un activo muy importante», apuntan fuentes de la Jefatura consultadas por El Món. El comisario ya fue adjunto en la jefatura que dirigía Miquel Esquius, en el primer mandato de Sallent y en los dos mandatos del mayor Josep Lluís Trapero. Él mismo se ocupó de dirigir el cuerpo durante la travesía del desierto del 155: para muchos en Interior y en los Mossos, fue quién hizo de tapón y escudo para que la acción del Estado contra el cuerpo por el 1-O se parara en el juicio al mayor Trapero y a la intendente Teresa Laplana a la Audiencia Nacional, que acabó con una absolución que ni siquiera la Fiscalía recorrió.
López fue el jefe del cuerpo durante aquella etapa y tuvo que tratar con un cargo estatal, Juan Antonio Puigserver, como consejero

Madrid, el destino previsto
La previsión de la Jefatura de los Mossos es que López se haga cargo de
La idea principal, que era una demanda de varios mandos, es ampliar la delegación a Madrid. Por ejemplo, la Comisaría General de Información solo tenía tres efectivos en la capital del Estado a pesar de que los delitos por yihadismo, terrorismo o crimen organizado se juzgan a la Audiencia Nacional. De aquí que cada semana haya una delegación de Mossos d’Esquadra que se reúne con la dirección adjunta operativa del resto de cuerpos del Estado o que los Mossos ya participen de forma estable en el poderoso Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO). La idea ahora es ampliar la plantilla fija en Madrid y que López sea su responsable, aprovechando sus contactos y conocimientos. Además, su condición de comisario hará elevar el rango de la delegación de la policía catalana. Una señal que Sallent quería mandar.

López, un GEI reconvertido en comisario institucional
Ferran López (Madrid, 1967) se incorporó al cuerpo en 1990. Diplomado en magisterio y en Seguridad Pública, fue de la primera promoción del reconocido Grupo Especial de Intervención (GEI) y escolta del consejero de Interior Xavier Pomés. Fue el encargado de poner en marcha la comisaría de Hospitalet del Llobregat cuando los Mossos aún no habían completado el despliegue en todo el territorio. Una región que era la verdadera joya de la corona cuando la policía catalana buscaba la complicidad en el área metropolitana de Barcelona. Un destino que le salió redondo. También fue el primer mando en dar explicaciones sobre el atentado yihadista del 17-A en Barcelona y saltó a la palestra pública cuando Trapero le delegó las funciones de representación en las Juntas de Seguridad y las conversaciones con el teniente coronel de Diego Pérez de los Cobos de cara del referéndum de independencia del 1-O.
En marzo de 2021, cuando era la mano derecha de Trapero, López recibió una oferta del Barça para dirigir la seguridad del club, un cargo que asumió a finales de abril del mismo año, pero que dejó en noviembre. El comisario ha estado en barbecho durante este tiempo, a la espera de poder superar el periodo de carencia para volver al cuerpo. Ciclista y futbolista, fue jugador del Damm y del Masnou. También se lo conoce por su afición a lectura, al cine y a las series de culto. Entre otros, es un verdadero fan de la serie

