Nueva victoria en la defensa del territorio ante impactos medioambientales. Tal como avanzó La Vanguardia, la Moncloa finalmente da marcha atrás y desestimará los proyectos de líneas de muy alta tensión (MAT) que estaban proyectados por la empresa Forestalia -una empresa promotora de energías renovables- y que estaba previsto que instalaran estas líneas entre los pueblos de Teruel (Aragón) y Begues (Cataluña) atravesando el Ebro, Tarragona, el Penedès y el Baix Llobregat. Aunque ahora el gobierno español se eche atrás, desde la Moncloa autorizaron la declaración de impacto ambiental de estos proyectos, que quedaron a la espera del visto bueno de la Generalitat. El veredicto final del Gobierno catalán ha sido el factor clave que ha enterrado estos proyectos, ya que desde Sant Jaume se emitió un informe de biodiversidad negativo.
Una iniciativa con los ayuntamientos en contra y a la espera de una tercera línea
Los proyectos de MAT chocaron desde un inicio con la posición de las entidades locales del territorio catalán. Ayuntamientos, consejos comarcales, entidades y particulares de las zonas afectadas y la Diputación de Tarragona y la misma Generalitat presentaron alegaciones a estos proyectos. Uno de los partidos mayoritarios del Parlamento como es Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha celebrado el entierro de las líneas de MAT y, en declaraciones recogidas por la ACN, han querido poner énfasis en el papel que jugó la Generalitat (bajo la presidencia de Pere Aragonès) a la hora de frenar unos proyectos que suponían un «importante y grave impacto ambiental y socioeconómico» para el territorio catalán.
En paralelo, sin embargo, sigue en ‘stand-by’ la posible tercera línea que quería proyectar Forestalia en Cataluña, una línea que uniría Aragón con la ciudad de Rubí y en la cual el Estado español también ha calificado de impacto ambiental favorable por parte del Estado. En este caso, y tal como informa La Vanguardia, la Generalitat no tiene poder para negar la luz verde de esta posible tercera línea aunque la caída de estos dos proyectos podría hacer caer la tercera línea.
