El catalán ya solo es la lengua habitual de un tercio de los habitantes de Cataluña, según la encuesta de usos lingüísticos que han presentado el Departamento de Política Lingüística y el Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat). La situación de emergencia que vive el catalán se reparte de manera desigual según la zona, pero los datos territorializados no se presentarán hasta el verano y no bajan al detalle de cada comarca. Los últimos datos disponibles por comarcas son del Barómetro de Opinión Política (BOP) del CEO del 2022, que muestra grandes diferencias entre comarcas y establece que el 42,1% de los hablantes se identifica solo con el catalán, es decir, que, cuando les preguntaron “¿cuál es tu lengua?”, respondieron que únicamente sentían el catalán como lengua propia.

Plataforma per la Llengua, en su informe anual sobre el estado del catalán del 2023, unificó los datos de las tres olas del BOP e identificó las tres comarcas con “más porcentaje de ciudadanos que se identifican únicamente con el catalán”: el Ripollès (95,2%), el Montsià (89,3%) y el Baix Ebre (85,5%). En el extremo opuesto están el Baix Llobregat (29,3 %), el Vallès Occidental (30,5 %) y el Barcelonès (33%). La entidad puntualiza que el catalán “como lengua de identificación tiene porcentajes más elevados que como lengua inicial, y de eso se deduce que una parte importante de los ciudadanos que se identifican con el catalán tienen el castellano u otras lenguas como lenguas familiares”.

El catalán como lengua habitual vuelve a caer
La encuesta de usos lingüísticos se realiza cada cinco años y permite seguir la evolución de la realidad lingüística del país. Tras una década con resultados bastante estables, los datos del 2023 que analiza la encuesta muestran una caída preocupante del catalán como lengua de uso habitual. En 2003, el catalán (46%) y el castellano (47,2%) estaban prácticamente igualados. Cinco años después, en 2008, el catalán sufrió una fuerte caída, hasta el 35,6%, por el aumento de la población extranjera, mientras que el castellano resistió mejor y solo bajó hasta el 45,9%. Desde entonces, el catalán se había mantenido más o menos estable alrededor del 36%. Pero los datos del 2023 muestran una caída de cuatro puntos, hasta el 32%, la más baja de la serie histórica.