La Encuesta de Usos Lingüísticos de la Población del año 2023 publicada recientemente puso negro sobre blanco en la situación actual del catalán y concluyó que solo el 32% habla catalán habitualmente, pero el pesimismo por la salud de la lengua catalana ha aumentado del año 2023 al 2024 entre los catalanes, ya que la gran mayoría considera que actualmente se usa poco y menos que hace cinco años, y, además, consideran que la situación solo empeorará en el futuro. Esta es la conclusión que se extrae de la segunda ola de la Encuesta longitudinal del Panel Ciudadano de Cataluña, que el Centro de Estudios de Opinión (CEO) ha publicado este viernes y que recoge diversas preguntas sobre la situación de la lengua.
Los catalanes, según los resultados de la encuesta, están divididos sobre el uso del catalán en la actualidad, y una parte importante de los encuestados considera que se usa poco y otra bastante. Concretamente, el 46% apuesta por la primera opción y el 42% por la segunda. Estos últimos se mantienen en el mismo porcentaje que hace un año, pero, en cambio, la percepción de quienes consideran que se usa poco aumenta tres puntos respecto al año 2023. Solo hay un 10% que opina que se usa mucho y un 2% nada.
Pero la percepción de la mayoría de los catalanes es que el catalán está peor ahora que hace cinco años. Así, el CEO concluye que más de la mitad de los catalanes, el 52%, piensan que el catalán se usa menos que hace cinco años, un dato que crece dos puntos respecto a los registrados el año 2023, y solo el 13% afirma que el catalán se usa más ahora que hace cinco años, un porcentaje que hace un año era cuatro puntos más. El único dato que registra poca variación en este sentido son los que opinan que la situación de la lengua no ha cambiado en este tiempo: el 34% considera que se usa igual, un punto más que el año 2024.

Las perspectivas de futuro aún son peores
La situación no mejora si los encuestados responden sobre las perspectivas de futuro de la lengua catalana. En este sentido, el 48% de los catalanes opinan que de aquí a cinco años la lengua se usará menos que ahora, un porcentaje que crece tres puntos respecto de los obtenidos el año 2023. Por el contrario, los que opinan que se usará más que hoy pasan del 13% al 11% en un año y el 40% de los que consideran que la situación no variará se mantiene estable.
La lengua lidera las discriminaciones, pero no diferencia entre catalán y castellano
Por otro lado, solo el 35% de los encuestados ha afirmado haberse sentido discriminado por alguna cuestión. La lengua lidera este ranking de motivos con un 40%, y crece dos puntos en un año, pero el CEO, a pregunta de El Món, ha especificado que no se refiere a ninguna lengua en concreto y que, por tanto, no hay diferenciación entre catalán y castellano. La discriminación por lugar de procedencia o nacionalidad, que hace un año era la primera causa con un 41%, ocupa el segundo lugar con el 38%. Muy lejos de las dos primeras constan discriminaciones por el aspecto físico y origen étnico o cultural (22%) y sexo o género y color de piel, ambas con el 18%.