Una discusión entre la propietaria de una panadería de l’Estartit (Baix Empordà) y una clienta que pidió una barra de pan en catalán ha acabado en los tribunales. La clienta ha sido denunciada por amenazas y acoso porque la mujer volvió al establecimiento para pedir explicaciones y recriminar la actitud tanto de la propietaria como de la trabajadora que la atendió. Su defensa confía en que la querella se archivará porque «no tiene recorrido penal”.

Los hechos se remontan al 22 de junio de 2024, cuando la mujer entró a la panadería y pidió una barra de pan. La clienta explica que la dependienta le exigió que se lo pidiera en castellano, pero que ella se negó. El tira y afloja con la trabajadora hizo que la propietaria interviniera en la discusión defendiendo a la dependienta, y ahora ha interpuesto una querella contra la clienta porque en días posteriores volvió a la panadería a reprocharle el trato. También está demandada por un delito de amenazas por unas publicaciones en redes sociales que la demandada niega haber escrito.

La demandada por pedir una barra de pan en catalán en l’Estartit con sus abogados / ACN

La discusión por pedir una barra de pan en catalán

Según el relato de la denunciada la mujer entró en el local y preguntó: “¿Que no tienen barras de pan?” La dependienta, de malas maneras, le exigió que lo dijera en castellano, según la clienta, que se negó a cambiar el idioma. Poco después, apareció la propietaria, que le recriminó que hablara en catalán. “Tú sabes hablar castellano, la chica te ha pedido que le hables en castellano porque no entiendes el catalán. ¿Qué te has creído?”, le espetó.

Siempre según su versión, la clienta volvió al día siguiente para intentar aclarar la cuestión, pero la dueña de la panadería la recibió a gritos: “Ni se te ocurra acercarte aquí… Eres española, habla en español… ¿Qué pone en tu DNI? ¡Muerta de hambre!” Después de hablar con los Mossos d’Esquadra, la clienta volvió una tercera vez para pedir la hoja de reclamaciones para poner una queja en Consumo, pero no se la quisieron dar. “Fuera de aquí, eres española y morirás siendo española”, le espetó la propietaria. La Policía Local habría intervenido para conseguir la hoja de reclamaciones. 

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