El examen de inglés ha sido la segunda prueba de la primera jornada de la selectividad en Cataluña, una de las pruebas que suelen preocupar menos a los estudiantes. En la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona (UB) se respira calma en los momentos previos a comenzar el examen. Los estudiantes comentan la prueba anterior, la de Lengua y Literatura Castellana, que ha estado bastante marcada por un texto y una redacción sobre la ‘incertidumbre’, y repasan por última vez el temario de inglés. Los estudiantes no están muy preocupados -o, al menos, fingen que no lo están. Y a la salida del examen, las caras de los estudiantes confirmaban sus sensaciones: inglés no les ha traído muchos problemas: «El examen era bastante fácil», explica Laia en conversación con El Món, que está esperando a sus amigas para irse a casa a comer, ya que hoy ya no se examinan de ninguna otra asignatura. Según detalla, ha tenido alguna pequeña duda en el ejercicio de comprensión oral -el listening-, pero «nada grave».

Otras personas, sin embargo, consideran que el examen ha sido «mucho más difícil» de lo que parecía. El motivo: la prueba de comprensión oral. «Hablaban muy cerrado, no se entendía nada», lamenta Sandra, quien asegura que este ejercicio ha sido planificado «para hacer daño»: «Iba a fastidiar», exclama. En la facultad de Farmacia, pues, las sensaciones están muy divididas. Algunos grupos de jóvenes también comentan que el ejercicio de comprensión lectora ha sido «muy complicado»: «Creo que me ha ido muy mal el examen. En el reading, sacaré un cero», lamenta Paula. Teniendo en cuenta que la comprensión oral ha sido uno de los puntos más complejos de la prueba, algunos estudiantes no se atreven a especular sobre qué nota sacarán en esta asignatura.

Los estudiantes afrontan los primeros exámenes de la Selectividad 2025 / Marta Cardenal
Varios estudiantes entrando al examen de inglés de las pruebas de acceso a la universidad 2025 / Marta Cardenal

La comprensión lectora, el aspecto más complicado

El examen de inglés también incorporaba algunas pequeñas variaciones en los criterios de corrección en comparación con los modelos de las ediciones pasadas. En detalle, en los exámenes de lenguas extranjeras, es decir, Alemán, Inglés, Francés e Italiano, se han mantenido los criterios establecidos hasta ahora, pero en el ejercicio de comprensión lectora se aplicará un descuento de hasta el 10% del ejercicio si la expresión de la respuesta es deficiente y dificulta la comprensión. Esta novedad se incorpora en esta asignatura porque, este año, la pregunta de comprensión lectora se debe responder con un breve redactado, mientras que anteriormente se hacía con una pregunta de tipo test. Este cambio se produce a raíz de la implementación del nuevo modelo de las PAU consensuado en Madrid por los gobiernos autonómicos, el cual limita al 30% las preguntas con respuesta cerrada -es decir, tipo test- que se pueden realizar. Unos cambios que tienen un impacto significativo en las asignaturas de lenguas extranjeras.

A pesar de los cambios, sin embargo, algunos estudiantes consultados por este diario no han tenido muchos problemas con el nuevo funcionamiento de comprensión lectora: «No tenía ningún misterio», ironizan un grupo de estudiantes en la puerta de la facultad. Ahora bien, no todos los futuros universitarios piensan lo mismo. María explica que hubiera preferido hacer el apartado de comprensión lectora «como los otros años», porque cree que «le hubiera sido más fácil» responder las preguntas tipo test que tener que redactar las respuestas. Aun así, cree que sacará buena nota. Lo mismo comenta Víctor, que, aunque asegura que el examen le ha ido «muy bien», incluso mejor de lo que pensaba antes de comenzarlo, el ejercicio de comprensión lectora es lo que le ha generado más problemas. Las sensaciones en la Facultad de Farmacia de la UB, sin embargo, son positivas: «No diré que sacaré un 10, pero por encima del 8 yo creo que sí», exclama Alejandro. Otros estudiantes, sin embargo, aseguran que «celebrarán sacar un cinco»: «Ahora ya está hecho, no puedo hacer nada», afirma con resignación Paula. Ahora, después del examen de inglés, los estudiantes ya piensan en las próximas pruebas. Algunos aún tienen una esta tarde, otros volverán mañana a primera hora a la facultad para encarar la segunda jornada de selectividad.

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