El 65% de los estudiantes de ciclos formativos ha suspendido las pruebas para ser maestro, según los datos del Departamento de Educación. El porcentaje de aprobados es más grande entre los estudiantes del bachillerato y el 56,59% ha aprobado el examen. Las PAP son las pruebas de aptitud para ser maestro, un tipo de filtro por el acceso al grado universitario de educación infantil o primaria. Para entrar en todas las universidades se requiere este aprobado, excepto a las privadas Blanquerna-Universidad Ramon Rull y Universidad Internacional de Cataluña. Este año se han presentado a las pruebas 4.757 estudiantes, un 54% de los cuales ha resultado apto y el resto, un 46%, ha suspendido. Podrán volver a probar suerte en la convocatoria extraordinaria del mes de julio.
«Pruebas desconectadas de la realidad»
El responsable de FP de la UGT, Jesús Martín, considera que las pruebas -que han suspendido un 65% de los alumnos de estos ciclos- «no contemplan la realidad actual de la postobligatoria en Cataluña». «Están pensadas desde un punto de vista academicista, bien lejos del mundo del FP mucho más professionalitzador. El alumnado proveniente de los CFGS ha trabajado competencialmente menos la parte humanística y lingüística», defensa. UGT denuncia que en los ciclos de formación profesional «no se hace ni una hora de catalán» y es por eso que el nivel lingüístico logrado es diferente y explica el alta cifra de suspendidos en esta prueba.
«Tenemos que recordar que encara hoy en día el bachillerato principalmente se enfoca para pasar o la selectividad o las PAP, y además no tiene el carácter professionalitzador de los ciclos formativos», argumenta. Cree que la diferencia de metodología y la falta de horas para hacer lenguas está detrás de estas cifras tan elevadas de fracaso entre los estudiantes de FP.
