Finalmente, la consellera de Cultura, Sònia Hernández, deberá comparecer en el Parlamento para dar explicaciones sobre la postura del Gobierno en el caso Sixena. Así lo decidió la comisión de Cultura del Parlamento, en su reunión el pasado 29 de octubre. Una comparecencia que, en principio, está prevista para la sesión de la comisión del próximo 10 de diciembre.
Hernández deberá dar explicaciones en la cámara sobre la postura de la Generalitat en el pleito y el hecho de que la jueza de Huesca, que debe ejecutar la sentencia del retorno de las pinturas murales, no les permita personarse en esta fase procesal. De hecho, es una de las quejas internas de los servicios jurídicos de la Generalitat por no haber actuado antes y personarse en el pleito civil. Una decisión que despertó «perplejidad» en los responsables jurídicos del Gobierno.
La comparecencia llega tras una petición formal de la portavoz de ERC, Ester Capella, que solicitó ya el 25 de junio su comparecencia. Y más en un momento en que parecía que la Generalitat dejaba a los pies de los caballos al Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) de cara a la ejecución de la sentencia de las pinturas murales alegando, por parte del mismo presidente de la Generalitat, Salvador Illa, que el «marco de la sentencia es el que es».

Expectativas para la comparecencia
Es importante señalar que el ministerio de Cultura, que también forma parte del patronato del Museo, tampoco ha reaccionado hasta las últimas semanas, cuando el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, se ha manifestado en contra de las críticas del gobierno aragonés. La comparecencia se ha aprobado en plena tensión entre el mismo ministerio y el gobierno aragonés, con provocaciones desde Aragón, faltando al respeto y a la profesionalidad de los técnicos del MNAC. Incluso, con el director general de Cultura de Aragón, Pedro Olloqui, insinuando la mala conservación de los murales que supuestamente delataban los informes de los técnicos privados enviados por sus instituciones. Todo esto llega cuando desde el juzgado comienzan a presionar para esclarecer cómo y cuándo se llevará a cabo el traslado del MNAC al monasterio de Sixena.
Hernández, pues, deberá comparecer para responder a los grupos parlamentarios. Sus portavoces, sin embargo, tienen claro su bagaje más allá de la política. La actual responsable del departamento de Cultura es, precisamente, licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Barcelona y tiene un posgrado en Museos y Educación por la Universidad de Barcelona. Por otra parte, en la administración del presidente Pere Aragonès, en marzo de 2022 fue nombrada directora general de Patrimonio Cultural y directora de la Agencia Catalana del Patrimonio Cultural. Es decir, proviene del ámbito del patrimonio y los museos, un currículum que la avala para explicar detalles de la museística y la conservación.
Previamente, había sido directora del Museo de las Aguas durante más de veinte años y, desde 2020, directora de Acción Social de Aguas de Barcelona. También ha sido responsable de Exposiciones y Actividades del Museo de las Aguas, así como coordinadora de proyectos museográficos en Stoa, Planificación, Comunicación y Presentación del Patrimonio. Si había alguna duda, también ha sido presidenta de la Asociación de Museos y Espacios Singulares Corporativos (MESCO); tesorera de la Asociación de Museos y Centros de Ciencia y Técnica de España, así como vocal del Comité Internacional para la conservación y defensa del Patrimonio Industrial (Ticchi).

